Un jefe de Infantería para reemplazar a Jeréz
Dante Francisco Paolini es el policía seleccionado para hacerse cargo de la Jefatura Distrital. Actualmente es titular de Infantería en Junín y tiene buena relación con Ibáñez. La designación al frente de la policía local de un hombre que proviene de la división militarizada guarda relación con los altos índices delictivos de la ciudad. El saliente Comisario dijo que se sintió “manoseado” por las autoridades.
Dos semanas después de que comenzara públicamente la “novela” del relevo del Jefe Distrital de la policía local Darío Jeréz, fuentes del Gobierno municipal confirmaron a La Opinión que Dante Francisco Paolini “es el nombre” para su reemplazo.
Paolini se desempeña en la actualidad como Jefe del Cuerpo de Infantería con asiento en Junín y es un hombre de reconocida trayectoria dentro de la Fuerza, en la que su familia también tiene su historia.
“Infantería es un grupo de choque que está muy militarizado y no tiene grises”, supo decir el exsubjefe de la Bonaerense Salvador Baratta. Entre quienes conocen el funcionamiento de la policía, suelen asegurar que cuando mandan a un jefe de ese cuerpo a una Distrital “es porque necesitan algo de mano dura”.
Integrantes de la fuerza describen a Paolini como un comisario “que sabe escribir” como corresponde. Esto es, alguien con capacidad para la redacción de los expedientes en los que sus hombres toman intervención. Más que un favorable dato de color, entre las organizaciones de la sociedad civil que siguen la tarea policial aseguran que esa característica significa que “sabe qué tiene que decir, cómo comunicarse, cómo quedar bien tras actuar al límite de lo legal, o más allá”.
Consultados sobre Paolini, desde el Foro de Seguridad de Junín señalaron que “es un muchacho que tiene una buena foja, anda muy bien y puede hacer mucho por la seguridad de San Pedro desde la Jefatura Distrital”.
Su designación oficial se concretaría en los próximos días. Mientras tanto, en Infantería de Junín confirmaron a este semanario que sigue en ese cargo e incluso encabezó operativos de ese cuerpo.
Una historia policial
El apellido Paolini es conocido dentro de la Bonaerense. Dante Francisco Paolini fue reconocido por su actuación en un caso en Bariloche, cuando estando de vacaciones con su esposa embarazada intervino en un restaurante donde ingresaron dos delincuentes con intenciones de robo. Fue el 14 de abril de 1999 y uno de los ladrones murió, mientras que el policía resultó herido.
Recibió un disparo en el rostro, cuya bala quedó alojada en su cabeza. Según él mismo contó en 2005 a los medios de la ciudad sureña, “la rehabilitación fue lenta y dolorosa”. Eso le valió un reconocimiento a su tarea, que fue compensada con los años. En la policía es un hombre que goza de buena reputación.
Sobre la muerte del delincuente durante el episodio, dijo en una carta al medio Bariloche 2000: “Sepan que a quien falleciera en la ocasión no le faltaron oraciones y jamás el hecho de haber dejado a una familia sin padre o a una madre sin hijo fue motivo de orgullo; éste lo siento por el oficio que Dios puso en mi camino”. Su hermano Miguel Angel Paolini también es un efectivo conocido. Exonerado durante la gestión Arslanian al frente del Ministerio, supo ser premiado en la Departamental Pergamino por sus investigaciones en el campo de la piratería del asfalto. Su salida de la Fuerza fue por un caso de apremios ilegales que luego fue caratulado como “tortura”. También se lo involucró en la llamada “masacre de Ramallo”, como “ideólogo” y tuvo episodios de actuaciones al límite de lo legal, algunas de ellas también por sobre ese límite en sus atribuciones como policía.
Cuestión de números
Al Ministerio de Seguridad que conduce Ricardo Casal en La Plata le preocupan los índices delictivos de San Pedro, ciudad que tiene el 70 por ciento de las causas iniciadas en todo el Departamento judicial San Nicolás, lo que habría influido a la hora de decidirse por un hombre del “ala dura” de los “Patas Negras”. Jeréz se quedó sin apoyo político de parte del Gobierno de Guacone y su superior Darío Ibáñez también le soltó la mano.
Así llegó el 13 de febrero la noticia de que Casal lo relevaba y que su reemplazo era Maturano, un hombre de Navarro que no cayó en gracia en el Municipio, lo que frenó el movimiento.
El viernes pasado, ante la confirmación de Paolini, Darío Jeréz dijo a La Opinión que él había solicitado irse de esta ciudad porque se sintió “manoseado” por Ibáñez y Guacone.