Un inspector salvó su vida de milagro
Mientras un móvil de Inspección General circulaba en inmediaciones del barrio 104 Viviendas, fue alcanzado por un proyectil que habría provenido del citado lugar. Por centímetros no alcanzó al inspector que conducía.
Evidentemente, el respeto hacia las autoridades ya no es el mismo. La inseguridad que se vive hoy en día en la ciudad supera todos los límites, y el de la violencia es uno de ellos. Sin ir más lejos, y como fue de público conocimiento, un policía y un inspector de calle fueron agredidos la semana pasada, luego de intentar intervenir en la detención de un vehículo que circulaba a toda velocidad. Días después un policía fue salvajemente golpeado en un confuso episodio, y el pasado Viernes, tras una persecución otro policía sufrió heridas leves al ser agredido por un joven que manejaba el rodado en cuestión y que se había negado a realizar el test de alcoholemia.
Como si todo esto fuera poco, quizás, el hecho más grave de los relatados: un inspector municipal perteneciente al área de Inspección General salvó su vida de milagro.
Este suceso también se produjo el Viernes alrededor de las 22 horas durante el cambio de turno del mencionado personal. Un móvil de esta dependencia, una de las camionetas Ford Ranger con que cuenta, transitaba por la Avenida 11 de Septiembre entre Aulí y Bozzano frente al barrio 104 Viviendas. Sorpresivamente se escucharon algunos estampidos y un impacto sobre el parabrisas de la camioneta. El rodado había sido alcanzado por un proyectil del cual hasta el momento no se pudo detectar el tipo. Se especula que podría ser un disparo de arma de fuego u otro elemento como una piedra. No dio de frente sino que provino desde uno de los laterales y alcanzó a rozar y marcar el vidrio, es decir que por 20 o 30 centímetros no dio de lleno en el inspector que manejaba el móvil municipal.
Se estima que por el lugar en donde impactó y la marca que dejó, el supuesto disparo debe haber provenido desde las 104 Viviendas, pero hasta ahora son más las dudas que las certezas.
Tiros, corridas y algo más
Como acompañando este episodio, los vecinos hablaban de un tiroteo o balacera que se escuchó por esos instantes, aunque no se sabe si puntualmente tenían como blanco al mencionado rodado.
La queja de quienes viven allí es constante, y la abandonada cancha de fútbol del Club Atlético Banfield es una de las cuestiones. Los grandes yuyales y el estado que presenta sirven de guarida y punto de encuentro de distintos grupos, que, sin ser del mencionado barrio utilizan como punto de encuentro el ex escenario deportivo.
Asimismo es como se generan peleas, corridas y se escuchan tiros, principalmente en horas de la noche. Los enfrentamientos entre distintos grupos pertenecientes a diversos barrios son algunos de los motivos por los cuales en el lugar ya no se vive con tranquilidad.