Un destino de Reserva Natural para el “Pasillo Público”
La propuesta fue elevada al Concejo Deliberante por tres jóvenes estudiantes de Biología e Información Ambiental. Las concejalas Adrover y Ferraro lo firmaron como proyecto de ordenanza y será tratada en el cuerpo. Propone que el Paseo Público II sea reserva natural urbana para conservar ese humedal y que su atractivo sea disfrutado por sampedrinos y turistas a partir de su puesta en valor como tal.
Los hermanos David y Germán Tettamanti junto a Lucio Tonelli, los tres alumnos de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata (uno estudia Biología y los otros dos Información Ambiental) presentaron una propuesta para declarar Reserva Natural al Paseo Público N° 2, conocido como “Pasillo Público”, ubicado en la costa entre los complejos turísticos Howard Johnson Marinas y Mansa LyFE, creado a partir de la concesión del ex Cooproyco a San Pedro Resort S.A. bajo la condición de que además de desarrollar su proyecto turístico hotelero destinara el 50 % de la superficie total a un espacio de uso público y lo mantuviera en condiciones.
La iniciativa de los jóvenes sampedrinos fue elevada al Concejo Deliberante junto a cartas de apoyo firmadas por la coordinadora Académica de la Cátedra libre de Fauna Silvestre y Profesora adjunta de la Cátedra de Medicina Veterinaria, Manejo y Conservación de Fauna Silvestre de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario Claudia Nigro y por Horacio Beláustegui, presidente de la Fundación Biosfer.
La idea se basa en la Ley provincial 10.907 que define los diferentes tipos y funciones de las Reservas Naturales y explicita que serán declaradas como tales “aquellas áreas de la superficie y/o del subsuelo terrestre, y / cuerpos de agua existentes en la provincia que, por razones de interés general, especialmente de orden científico, económico, estético o educativo deban sustraerse de la libre intervención humana a fin de asegurar la existencia a perpetuidad de uno o más elementos naturales o la naturaleza en su conjunto, por lo cual se declara de interés público su protección y conservación”.
Desde el Concejo Deliberante, las concejalas Liliana Adrover y Elisa Ferraro tomaron la presentación de los Tettamanti y Tonelli, que incluía un modelo de proyecto de ordenanza, lo firmaron y elevaron formalmente para que el cuerpo lo trate como tal.
El Pasillo Público fue creado por ordenanza municipal cuando se aprobó la concesión del espacio lindero para el Howard Johnson, en 2006. Desde entonces, estuvo prácticamente cerrado todo el tiempo y durante los pequeños lapsos en los que permaneció abierto no tuvo demasiado uso. Tampoco el Estado local le destinó nunca propuesta alguna para su desarrollo.
Turismo y educación
La actividad turística es una de las que destacan los estudiantes, quienes explican que la declaración de Reserva Natural Urbana de ese sector de la ciudad atraería a turistas ávidos de practicar la observación de aves, una “actividad que actualmente mueve a 80 millones de personas en el mundo y, según la asociación Birdlife International, U$S 80.000 millones”, argumentaron.
En ese marco, indican que se abriría “una fuente de trabajo para guías intérpretes de naturaleza que, como conocedores de la flora y fauna local”, podrían “ofrecer un servicio poco explotado” en la zona.
El otro eje es el educativo, ya que el lugar se transformaría en “una excelente aula abierta para docentes interesados en dar clases sobre temas ambientales o de ciencias naturales en general”. Al respecto, señalaron como ventaja su accesibilidad desde la ciudad.
Entre las ventajas indican que “atraería a la ciudad una rama del turismo a la que se le puede brindar más opciones” y que los complejos linderos podrían destacar como ventaja el hecho de que sus cabañas tienen vista a una Reserva Natural Urbana.
Señalan además que implicaría un espacio para “fomentar la cultura de la contemplación”, al tiempo que preservaría un lugar que “aporta amortiguación y drenaje hídrico ante las crecientes” del río.
Además, contribuiría a la conservación de paisajes originarios de la región del Delta en su estado natural, fomentaría la relación entre el hombre y su entorno e incentivaría la participación ciudadana.
Los jóvenes estudiantes de Ciencias Naturales explican en el texto presentado que el Pasillo Público “es un humedal dentro del delta bonaerense con base y acceso continental”, característica esa última que lo hace muy importante por la comodidad para visitarlo.
Señalan que ese sector, producto de la falta de uso tras las modificaciones humanas, “ha sido ganado por la naturaleza nuevamente”. En la zona cercana a la avenida costanera han observado que, en las inundaciones producto de la lluvia, aparecen y se reproducen “varias especies de anfibios que se refugian entre los pastos, los repollitos de agua y las saetas, y sobre los sauces que allí se encuentran”.
Destacaron que estos anfibios brindan el servicio de regular poblaciones de larvas de mosquitos y otros insectos, y que esa población “es controlada por distintas especies de aves y culebras”.
Hacía el río, la zona está dominada “por vegetación palustre como el Pehuajóy el Junco” y es considerada por el proyecto como “ideal para dar cursos sobre cuestiones ecológicas y ambientales”.
El proyecto de ordenanza
La propuesta establece en su articulado los objetivos de la creación de la Reserva Natural Urbana de San Pedro. Son “albergar especies migratorias” y “proveer de lugares para nidificación, refugio, alimentación y cría”; “constituir un área útil para la divulgación y educación de la naturaleza” y para “actividades recreativas o turísticas asociadas”.
También mantener “la identidad del Delta” y constituir “un ámbito útil para la elaboración de estudios científicos” al respecto, “brindar oportunidades para ecoturismo, recreación y educación ambiental”, contribuir a “mantener los procesos naturales de la región” y “conservar, por su valor ecológico y cultural, el hábitat de especies características de la flora nativa” y “ de la fauna autóctona”.
La administración quedaría a cargo de un área que designe para tal efecto el Ejecutivo, que podrá suscribir convenios relacionados.
El articulado prohíbe todos los “usos y actividades incompatibles con los objetivos del área, en particular los que atenten contra la conservación del patrimonio natural cultural y la tranquilidad necesaria para cumplir sus fines sociales y ambientales”.
De la misma manera, habilita la asignación de de una partida presupuestaria para mantenimiento, cartelería, etc.”.
Una mirada naturalista
La Opinión consultó al naturalista Enrique “Kike” Sierra sobre la propuesta. El ambientalista consideró “muy buena la idea” y “muy bien fundamentada”, al tiempo que destacó que no sólo se trata del Pasillo Público sino también “del albardón del lado del Howard Johnson y del lado de Mansa”.
“Es muy buena porque desde el punto de vista ambiental como social, porque no hay espacios públicos en la costa y es posible que eso en un futuro sea concesionado”, señaló Sierra.
Recordó que la zona islera que se encuentra enfrente ya es Reserva Natural por ordenanza y tuvo críticas al Estado. “Acá no se cumplen las ordenanzas de concesión, nadie cumple y nadie controla. La mayoría de las coordenadas no tienen coordenadas ni superficies. Ninguna dice el número de hectáreas y no hay catastro. En general, el Ejecutivo no aplica la legislación vigente y el Concejo Deliberante no dice nada. Esto pasa desde 1993 en adelante”, se quejó.
“Tenemos una historia triste desde esa fecha en adelante, se concesiona y nadie controla, es un Estado bobo cuya única función parece la de beneficiar a los privados. Los concejales no conocen las ordenanzas que regulan la costa, nadie lo debe haber leído. Hay un montón de falencias y nadie lee las ordenanzas previas para presentar una nueva”, dijo y disparó: “Es una vieja costumbre la de firmar proyectos que presentan particulares sin aplicarles técnica legislativa ni leer la legislación previa”.
Qué dice el Ejecutivo
Consultado para esta página, el Director de Producción y Turismo Pablo Ojea –quizás la voz más autorizada del Gobierno en un tema como este– se excusó de emitir opiniones sobre el proyecto porque no estaba al tanto de los detalles.
Aun así, y en líneas generales, comentó que se trata de un lugar deformado por la intervención humana y que no hay que olvidar que San Pedro recuperó 80 hectáreas hacia el norte –donde el gremio de trabajadores de AFIP proyectó invertir 400 millones de dólares pero nunca avanzó– y analizó: “En la zona del Puerto tenemos turismo con Pesca y Casting; donde había un balneario, un Paseo Público; y en un Paseo una Reserva. Es por lo menos raro”.
Ojea dice no tener precisiones pero nadie tiene en cuenta que Obras Públicas rellenó ese predio hace alrededor de diez días. Si lo hicieron como en el Paseo Público número uno, las cosas que pueden encontrarse son diversas: hasta neumáticos se han visto en los “rellenos de tierra”.