Mariano Mársico sigue a la espera de un corazón para ser nuevamente trasplantado. “Lo bajaron a ‘urgencia’, su corazón está funcionando mejor”, dijo Gabriela Caironi, la mamá de Mariano, a La Opinión. El joven, que recibió una donación cuando tenía 7 años y que ahora cumplió sus 17, continuará con controles una vez por semana y sigue alojado a 13 cuadras del Garrahan. “No puede estar a más de diez minutos del hospital por si nos llaman”, explicó Gabriela, quien además es la depositaria de una campaña vía redes sociales que se denomina “Un corazón para Mariano”.
El otro deseo es hacerle llegar una carta al Papa Francisco a través del sampedrino Andrés Estevez que trabaja en la basílica de Flores, donde antes desarrollaba sus actividades el Sumo Pontífice. “Vamos a mandar la nota que salió en La Opinión y una carta. Ojalá nos conteste, somos personas de mucha fe”, indicó la mujer.