Un caso de “falso abuso” que movilizó a toda la maquinaria del Estado
Fue denunciado en la localidad de Río Tala la semana pasada. Una adolescente de 14 años le dijo a su madre que había sido apuntada con un arma, trasladada a la casa de un joven mayor de edad y obligada a mantener relaciones sexuales, bajo la amenaza de llevarla como rehén a una ciudad del sur bonaerense. Finalmente, el lunes la chica confesó que se trataba de una relación consentida y que el muchacho es su novio. Todos los dispositivos estatales se habían accionado para atender el caso.
Como en el mundo del revés, cuando la maquinaria del Estado funcionó aceitada para asistir a una víctima, el caso era inventado. Fiscalía, Municipio, Juzgado, Comisaría de la Mujer, todos coincidieron para intervenir ante un presunto caso de abuso con características graves y sospechas vinculadas a una red de trata que terminó en la confesión de la presunta víctima: la persona sindicada no era un abusador, sino un novio unos años mayor que ella, menor de edad.
Todo comenzó el jueves pasado, cuando una adolescente de 14 años salió a hacer un mandado en la localidad de Río Tala. Comono regresaba, una hora más tarde su madre se preocupó. Desesperada, comenzó a buscarla, sin éxito. La chica volvió por sus propios medios y contó una historia de sometimientos sexuales que después desmintió.
Esa noche le dijo a su mamá que un joven mayor que ella la había apuntado con un arma y la había llevado hasta su casa, donde la había obligado a mantener relaciones sexuales, siempre bajo la amenaza de disparar con la pistola. Además, la chica dijo que el muchacho le decía que la llevaría a Bahía Blanca, presuntamente para entregarla a una red de trata de personas.
La Comisaría de la Mujer fue alertada del caso y rápidamente se puso en marcha el protocolo. La adolescente fue trasladada al hospital para que recibaasistencia y la revise el médico de Policía.
La Fiscala Viviana Ramos se hizo cargo del caso y se ocupó personalmente de todas las diligencias. Para ello, ordenó una serie de medidas que incluían allanamientos y pericias psicológicas previas a la declaración bajo el sistema de cámara Gesell para la menor, de 14 años.
El Servicio Local activó su no siempre tan activa intervención, el Juzgado quedó atento a todos los avatares de la causa y se dispusieron todas las medidas de protección y asistencia a la víctima que la gravedad de lo denunciado ameritaba.
Sin embargo, el lunes la adolescente confesó la verdad a la madre, que se dirigió a la Fiscalía para transmitirla. La chica le dijo que la relación sexual que mantuvo con el joven de 18 años fue consentida y que se trata de su novio, al tiempo que desmintió la versión ofrecida en primera instancia, cuando habló de armas y amenazas de traslado a la ciudad portuaria del sur bonaerense, señalada como la de mayor actividad prostibularia de toda la provincia.
En la Justicia lamentaron que toda la maquinaria del Estado se haya puesto en marcha de esta manera, para una falsa alarma, sobre todo teniendo en cuenta la escasez de recursos existentes para atender una demanda que no para de crecer.
Las pericias, de cualquier manera, se practicarán para que la adolescente ratifique en la declaración formal la confesión que hizo a su madre, y además para analizar las vicisitudes del caso, teniendo en cuenta que por su edad las relaciones sexuales consentidas con adultos no están previstas, según el Código Penal, aunque el hecho de que el joven involucrado tenga apenas 18 años puede ser pasible de que se atienda la situación de noviazgo.