Un camión embistió dos vehículos
El domingo, dos autos que estaban estacionados afuera del predio del restaurante, en Rómulo Naón y Av. España, sufrieron daños provocados por un camión que se dirigía hacia la obra que se realiza en el ex camping Cooproyco. En pleno centro, dos autos chocaron y uno de ellos terminó sobre la vereda del Centro de Comercio.
Durante el fin de semana se registraron dos accidentes que resultaron insólitos en algunos aspectos, y en los que afortunadamente no hubo personas heridas.
Uno de ellos ocurrió frente al camping Mansa LyFe, en la bajada de Rómulo Naón y el inicio de la Avenida España. Alrededor de las 14,30 horas del domingo, un camión que circulaba cargado con materiales y en dirección a la obra que se desarrolla en el ex camping Cooproyco, se despistó y embistió a dos vehículos que estaban estacionados frente al restaurante La Rueda. Uno de los automóviles, marca Mercedes Benz, pertenece al propietario de ese comercio, el empresario Alberto Peyrot, mientras que el otro era un Rover, propiedad de un turista que en ese momento almorzaba en el restaurante. Peyrot confirmó que tanto su vehículo como el otro que resultó dañado, estaban estacionados correctamente y que el despiste del camión se habría producido porque rozó a otro rodado de similar porte que circulaba en ese momento por la misma Bajada de Rómulo Naón.
Choque y despiste
En pleno centro de la ciudad, se registró durante la mañana del domingo otro accidente aunque existían pocas precisiones oficiales sobre cómo ocurrió.
Un Fiat Uno blanco colisionó contra un VW Pointer y se despistó, en la esquina de Mitre y Ayacucho, terminando su recorrido sobre la vereda del Centro de Comercio e Industria. En su trayecto, destrozó un macetero y se detuvo a escasos centímetros del paredón del edificio.
El propio jefe de la Comisaría, el Capitán Jorge Romano, reconoció que la policía tomó intervención en este accidente porque él en persona observó el Fiat Uno con notables daños en la vereda del Centro de Comercio, sin ningún ocupante a la vista, cuando pasaba por allí rumbo a la Iglesia Nuestra Señora del Socorro.
El vehículo presentaba un golpe importante en el lateral derecho y el frente de ese lado, con vestigios de pintura azul que corresponderían al otro vehículo. En un primer momento, cuando desde la Comisaría se solicitó un reporte de antecedentes del vehículo se informó que pesaba sobre el mismo un pedido de secuestro desde el año 1998, pero mas tarde se comprobó que se trataba de un error porque se había tomado mal el detalle de la chapa patente. Cuando finalmente se identificó al propietario, éste reconoció lo ocurrido pero dijo que ninguna persona había resultado herida, ni quienes circulaban en el Fiat ni quienes lo hacían en el Pointer.
Al no existir lesionados ni denuncias de damnificados, el caso pasó directamente a dirimirse entre las aseguradoras de los rodados teniendo en cuenta la nueva ley vigente que exime a la policía de intervenir en accidentes en los que sólo haya daños materiales.