Un barrio organizado para tener plaza propia
La semana pasada habían enviado una carta reclamando un terreno que iba a ser cedido a una iglesia evangélica y que estaría destinado a uso público. Después, se reunieron con autoridades municipales para formar la comisión de fomento que les permita decidir en conjunto la utilización de ese espacio verde, el único disponible entre casi cien viviendas.
Los vecinos del Barrio Parque Sarmiento se unieron para reclamar al municipio que les permita decidir sobre el destino del único espacio verde disponible para construir una plaza que existe en las manzanas donde se emplaza este barrio formado por un centenar de viviendas.
De esa unión, resultará la conformación de una sociedad de fomento y por eso un grupo se reunió la semana pasada con el funcionario a cargo de la coordinación de comisiones de fomento, Gustavo Hansen.
La queja de los vecinos surgió cuando se iniciaron tareas de limpieza en el terreno mencionado, en el que se emplaza una vivienda que actualmente está desocupada y que fue utilizada por la empresa constructora como base de operaciones durante la obra. Se les comunicó que ese sector había sido cedido por el intendente a una iglesia evangélica que iba a instalar un templo y que colocaría un alambrado perimetral.
Con fecha del día 29 de Mayo, los vecinos le escribieron al intendente una carta manifestando que “el área pública de 2.452,72 m2, ubicada entre las calles Aníbal De Antón, Irlanda y calle Peatonal interna del Barrio Sarmiento, cedida por el Ingeniero Jaime Ronar Rodríguez, Empresa Constructora S. A. en el Plano Catastral se lee claramente que dicho espacio de referencia estará destinado a ESPACIO VERDE DE USO PÚBLICO y este destino según la Ley 8.912 dice: “Los sectores públicos (en los que predomine la vegetación y el paisaje), cuya función principal sea servir a la recreación de la comunidad y contribuir a la depuración del medio ambiente.”
El pedido expreso apunta a la necesidad que tiene este barrio de un espacio para que, sobre todo los chicos, lo utilicen como lugar recreativo.
“Esto no es contra la iglesia evangélica o ninguna religión, que quede claro porque incluso hay gente en el barrio que coincide con estas ideas religiosas”, aclaró Rubén Contreras, un vecino del barrio que reafirmó la intención de los vecinos de poder disponer libremente de ese lugar para instalar una plaza que ellos mismos cuidarían.
Después de conformar la sociedad de fomento, la idea es instalar en esa casa que en otro momento había sido cedida a Cáritas, al funcionamiento de una sede social para las reuniones de comisión y demás actividades que se organicen a partir de ahora, aprovechando la movilización de este barrio.