Un abrazo para convocar a la unidad y dejar atrás las diferencias
El Presidente del Concejo Deliberante Martín Pando tomó juramento al intendente Pablo Guacone, tras lo que se fundieron en un significativo abrazo. El Jefe Comunal rompió el protocolo, tomó el micrófono y se dirigió a los presentes. Convocó a dejar en el pasado los enfrentamientos y a “construir entre todos”. El Concejal dijo que su expectativa es “mejorar la relación y tener un muy buen vínculo de trabajo”.
La jornada del miércoles en el recinto del Concejo Deliberante había dejado una sensación extraña a quienes creían que tras las elecciones y reacomodado el panorama político se abrían caminos de acercamiento entre los ediles de la oposición y el Ejecutivo municipal.
Las mismas diferencias que aparecieron durante la última sesión con los salientes quedaron plasmadas en los rostros de las máximas autoridades políticas de la ciudad. Sentados uno al lado del otro, el designado Presidente del Concejo Deliberante Martín Pando y el electo intendente municipal Pablo Guacone ni se miraron.
Ni siquiera lo habían hecho cuando el Jefe Comunal ingresó al Salón Dorado y le dio un beso a casi todos. Casi, porque al llegar a Matías Velo el saludo fue con la mano. A su lado estaba Pando, a quien el intendente extendió ambas manos para saludarlo, pero miró para su izquierda, evitando el contacto de la mirada.
Todos aguardaban lo que sucedería el sábado, ya que como indica el protocolo la Asamblea la presidía Pando y sería el encargado de tomar juramento a Guacone. Desde el inicio del acto se notó que algo había cambiado. El intendente subió al escenario con los brazos extendidos y tras saludar al público abrazó y besó en la mejilla al Presidente del Concejo, con quien se quedó abrazado unos instantes.
Luego de la jura, la efusividad fue mayor. Verdaderamente se fundieron en un abrazo que a los presentes les llegó con sinceridad y mientras un cerrado aplauso celebraba la actitud de ambos, Guacone le hablaba a Pando, lo señalaba con el dedo, el titular del HCD asentía y seguían tomados de los hombros.
Allí, Guacone pidió que le habilitaran el sonido. Con la mano derecha sostenía el micrófono y con la izquierda abrazaba a Pando. “Saben que me gusta romper el protocolo y no le quiero faltar el respeto absolutamente a nadie”, comenzó y dijo: “Hubo muchas diferencias entre nosotros, pero quedó atrás, porque esto continúa. No quiero en lo más mínimo aprovechar la situación del juramento… Hubo errores de nuestra parte, del poder Ejecutivo y también errores de la parte legislativa. Buscar errores para atrás no sirve de nada, empecemos a construir desde hoy para toda esta población, para todo el partido de San Pedro entre todos los actores políticos, a construir…”.
Un grito del público pidió que el significado de ese abrazo se hiciera extensivo a las relaciones entre las autoridades para los temas importantes de la ciudad y tras un nuevo aplauso Guacone devolvió: “No importa quién se lleve los laureles, todos los actores ponemos un granito de arena para el pueblo”. En ese momento le falló el micrófono y bromeó: “Quién me lo está trabajando al micrófono, ya empezaron las diferencias”. Luego pidió: “Quiero que sea bien interpretado este mensaje”.
Al finalizar el acto, Pando se refirió ante La Opinión a la situación acontecida en el escenario: “Lo tomé muy bien, la verdad que es lo que esperamos y la expectativa que tenemos: mejorar la relación y tener un muy buen vínculo de trabajo”, dijo, aunque aclaró: “Esto se va a ir construyendo día a día, tampoco es que vamos a pasar de una situación difícil a una completamente resuelta, pero me parece que los gestos son buenos, son importantes y esto es positivo”.
Luego sostuvo que “es bueno que existan diferencias, por eso pertenecemos a proyectos políticos distintos. Lo que hay que dejar atrás es la beligerancia y la agresión, para iniciar caminos de diálogo”.