UATRE al borde de un paro rural
Hoy a las 11 de la mañana se deberán presentar ante el Ministerio de Trabajo, representantes de la Cámara de Productores local para responder ante una presentación realizada por el sindicato de trabajadores rurales. La semana pasada denunciaron que un amplio grupo de productores está eludiendo la bolsa de trabajo del gremio para tomar su personal y que no respetan las mínimas condiciones de transporte. Además piden mejores condiciones laborales en general. Ayer tuvo lugar la primera medida de acción directa sobre un productor que finalmente aceptó las irregularidades y se comprometió a normalizarlas.
“Hay casos que no se pueden creer. Hemos salido a la calle para defenderlos y así nos pagan”, comentaba furioso un trabajador rural de mucha experiencia la semana pasada, cuando la posibilidad de cortar una ruta o bloquear una tranquera estaba a pocas horas.
Ayer se concretó la primera medida y se sentó un precedente contundente sobre la efectividad de la acción directa y esa posibilidad sigue latente porque la situación en algunas quintas de la zona es complicada y porque la actitud de ciertos productores no acompaña el espíritu negociador y conciliador de la propia cámara que los agrupa.
“No todos piensan igual. Eso quedó demostrado con el reclamo salarial y cuando vieron la movilización se ablandaron. Ahora pasa lo mismo, dicen una cosa y hacen otra” confesó alguien muy cercano a la entidad que deberá dar explicaciones globales para algo que se debe analizar desde la individualidad más concreta.
Los productores acordaron el valor del jornal y muchos lo están pagando sin ningún tipo de queja, pero otros, desde entonces no paran de protestar. El reciente pago de los créditos del Plan de Reactivación Frutícola y las perspectivas desiguales de la campaña en curso, colocan a cada productor en un escalón diferente.
Para el sindicato, las exigencias no son tantas como las que expresa el convenio (ver aparte) ya que si se cumpliera al 100%, salir a cosechar cítricos o duraznos tendría beneficios comparables a los de otros trabajos considerados “cómodos”.
No es posible aceptar negociación ni ahorro en el jornal, en la seguridad y especialmente en los transportes. La Opinión denunció la semana pasada una sucesión de irregularidades en este sentido que siguen exponiendo la vida de cientos de hombres y mujeres que todas las mañanas salen a ganarse su sustento.
Esta publicación también tuvo su impacto, provocando no sólo la reacción de los productores sino también la del propio sindicato que no está controlando efectivamente que eso se realice de acuerdo a lo que dicen los convenios. “A veces por no provocarles mayores complicaciones, lo dejamos pasar y si pasa algo la culpa será compartida” dijo un dirigente.
Las denuncias formuladas por UATRE ante el Ministerio de Trabajo incluyen la toma de trabajadores en negro con jornales a la mitad de lo pactado y la contratación de personal por fuera de la bolsa de trabajo y sin “blanquear”.
Algunos productores con trayectoria que prefirieron no dar sus nombres reconocieron que los reclamos son lógicos porque ellos (el sindicato) quieren su parte porque tienen allí muy buenas entradas. Sin embargo admitieron que se toma gente por fuera de la bolsa de trabajo en algunos casos para contar con mano de obra calificada que prefiere trabajar hasta en negro, si es necesario, pero no someterse a los mecanismos de la UATRE. También hay en algunos un criterio de seleccionar mejor al personal que contratan ya que en la bolsa “lo que te toca te toca”, y a veces “no rinde como vos deseas”.
“Una cosa es la cámara y otra es los productores” dicen y algunos se permiten instalar como debate la posibilidad de que el empleador elija, aunque ya se ha llegado demasiado lejos con este asunto y hay compromisos firmados que serán expuestos en el Ministerio de Trabajo y que darán lugar a explicaciones.
Después de hoy se abren varios caminos y algunos conducirían a medidas de fuerza, si antes el Ministerio no procede con aquellos que no están cumpliendo con las leyes.
Fuerza a medida
En las primeras horas del martes un grupo de alrededor de 30 personas paralizó las actividades en el establecimiento de la firma Rosales. Allí, impidieron el trabajo en el galpón y bloquearon los accesos para evitar entrada o salida de camiones. Esto ocurrió en el Km 156 de la Ruta 9 y fue impulsado por la delegación Río Tala de UATRE. Allí, varias horas después de expuesta la medida se concretó una reunión en la que un responsable de la firma se avino a aceptar las condiciones exigidas. Denunciaron la existencia de trabajadores en negro, algunos menores de edad y la ausencia absoluta de personal declarado y respeto a las condiciones convenidas. La firma refrendó ante el Ministerio de Trabajo un acta acuerdo y un compromiso para mejorar esa situación. Fue un anticipo, pero como imagen posee un simbolismo notable acerca de lo que le puede ocurrir a cualquier otro en las mismas condiciones. Al mismo tiempo para los trabajadores representó una demostración de cuán fácil puede resultar obtener lo que se reclama utilizando una vía que generalmente llega después de varios intentos de diálogo sin éxito.
El convenio
Para los trabajadores rurales de San Pedro rige un convenio firmado el 14 de Julio de 2003. Según reza la presentación hecha por UATRE, Caproem no contrata personal de acuerdo a la cláusula 4.1 del convenio, que obliga a que dicho personal sea solicitado al servicio de empleo que ha creado UATRE, denominados Bolsas de Trabajo. A su vez, no cumple con la estipulación de la cláusula 4.8 Traslado de personal, ya que los trabajadores son trasladados a sus lugares de trabajo con vehículos que no reúnen las condiciones mínimas de seguridad, exigidas por el convenio y además por las normas de prevención de riesgos laborales.
Los trabajadores, contratados sin los resguardos que prevé el convenio, son ocupados en jornadas extensas que superan la legal y convencional de 8 horas. De esta manera, existen diferencias salariales, generadas por horas extras no abonadas, como asimismo la falta de respeto por el descanso semanal y el de los días feriados que no se abonan con los recargos determinados en el convenio que en su oportunidad firmaron representantes del gremio y de la cámara sampedrina.
En un párrafo se destaca que “La U.A.T.R.E. suministrará el personal solicitado por las empresas organizado en cuadrillas fijas para cada una de ellas, a los efectos de evitar el continuo adiestramiento del personal y la complejidad administrativa y de costos que emerge de la rotación diaria del personal. Cuando las Bolsas de Trabajo de la entidad gremial, no puedan proveer el personal que se le solicitare, regirá la libre contratación de trabajadores”. También que el personal “deberá reunir condiciones de idoneidad para las tareas que hubiere de realizar”. El convenio tiene claramente dispuestas medidas de selección, seguridad, higiene, cumplimiento y entre otras. Por ejemplo remarca que “está prohibido el trabajo de menores de catorce (14) años, cualquiera fuere la índole de las tareas que se pretendiere asignarle. La jornada de labor del menor de hasta dieciséis (16) años deberá realizarse exclusivamente en horario matutino o vespertino. Queda prohibido ocupar menores de dieciséis (16) años en tareas nocturnas, entendiéndose por tales las que se desarrollan entre las veinte horas de un día y las seis (6) horas del día siguiente, también queda prohibido ocupar mujeres y menores de dieciocho (18) años en los trabajos que revistieren carácter penoso, peligroso o insalubre, conforme lo determine la reglamentación”. Hay mucho más escrito de lo que se puede cumplir o se cumple, por eso además de acordar situaciones puntuales, tal vez deberán analizar cada una de las denuncias y volver a revisar lo firmado hace 3 años.