Tres sampedrinos en el monte Mulhacén
Santiago Della Giovanna, Daniela Guilenía y Valentina Della Giovanna, escalaron el monte Mulhacén en Sierra Nevada, Granada, España, donde residen y trabajan desde hace algunos años.
Radicados en la madre patria, el matrimonio Della Giovanna junto a su pequeña hija Valentina, quien goza de las destrezas físicas suficientes heredadas de sus padres, se animaron a una travesía algo particular como escalar el pico más alto de la península Ibérica de 3842 Mts. de altura, segundo más alto de toda España y el tercero más prominente de Europa Occidental.
El desafío fue el Monte Mulhacén ubicado en Cierra Nevada en Granda, región de Andalucía. El más alto de España, está en Las Canarias y se llama “Teide”.
La idea surgió a través del permanente contacto que tiene Daniela Guilenía con gente que le gusta el deporte, por su trabajo también dedicado a la misma disciplina. Nunca faltan las oportunidades de realizar este tipo de cosas, “Para nosotros sólo nos vale como experiencia ya que nos dedicamos a otras cosas, como la bici o la carrera, si hubiésemos querido hacerlo solos, quizás nos hubiese costado un poco más”, comentó a Supledeportivo Daniela Guilenía.
“Se necesita ropa especial, indumentaria acorde para la ocasión, como el calzado, las mochilas, bolsas de dormir, carpa, abrigo, si bien es época de pleno calor en España, arriba y de noche baja mucho la temperatura a pesar de ser verano”. “También se precisa un equipo bien completo a la hora de aventurarse a la travesía: comida, calentadores, y todo para acampar”. “Hicimos un tercio, el día viernes y paramos a dormir. El sábado continuamos, paramos en un descanso antes de la cima y armamos otra vez campamento, luego de comer y descansar, sin cargamentos nos lanzamos al último tercio y ahí estábamos”.
Después regresaron al campamento e hicieron la segunda noche, así el domingo realizaron la gloriosa bajada final. Por su hija Valentina aseguran haberlo tomado esta travesía con calma, disfrutando en todo momento del paisaje ofrecido por la naturaleza.
Hay dos caminos, el norte y sur. La cara norte de acceso a la cima, es más escarpada y la realiza gente más experimentada. El lado sur que fue el objetivo de sus desafíos es el más simple y al que se animaron.
Especialmente en verano, se suma mucha gente para disfrutar de la experiencia aprovechando que está despojado de nieve y se soportan sin inconvenientes las temperaturas. La altitud a veces se presta para algún malestar, “Valentina una campeona, se la bancó re bien, sólo casi a media hora de la cima tuvo un bajón debido a la altitud, al igual que yo, nos dolía un poco la cabeza”, asegura su madre orgullosa. Desde arriba tuvieron el privilegio de ver la provincia de Granada y las costas de África, una maravilla. “Para los tres fue otro momento hermoso para guardarlo siempre en la memoria”.