A tres años de la muerte de Antonela Rocca Qués, aguardan la fecha del juicio
La causa que investiga el accidente de tránsito que le costó la vida a la joven de 31 años ya fue elevada a juicio por el Fiscal Manso. La pena en expectativa para Pablo Chiqué, conductor del auto que chocó al que guiaba el hermano de Antonela y provocó su muerte, es de dos a cinco años de prisión y de cinco a diez de inhabilitación para conducir. La lucha por justicia de una familia devastada.
La familia de Antonela y Esteban Rocca Qués aguarda con paciencia desde hace tres años que la Justicia se expida sobre lo que sucedió durante la madrugada del 1 de septiembre de 2013, cuando los hermanos de 31 y 32 años respectivamente fueron embestidos por un auto cuyo conductor irá a juicio.
Pablo Chiqué, que al momento del choque tenía 25 años, será juzgado por homicidio culposo, carátula del expediente que instruyó el Fiscal Marcelo Manso y que ya fue elevado para que elTribunal disponga la fecha en la que será el debate en el que se expondrán los alegatos de las partes.
Sobre el joven que conducía el Peugeot 206 bordó que chocó al Renault 12 de los hermanos Rocca Qués pesa el agravante de la circulación en vehículo automotor, por lo que la pena en expectativa es de dos a cinco años de prisión y de cinco a diez de inhabilitación para manejar.
Para Manso, la responsabilidad de Chiqué en el accidente fatal que ocurrió en la intersección de Caseros y Mitre está demostrada. Las pruebas fundamentales del Fiscal son el resultado del control de alcoholemia, que dio positivo, y las pericias que apoyan los testimonios que dan cuentas de que el 206 circulaba a velocidades que superaban lo permitido por ley.
Una larga instrucción
Para la familia Rocca Qués, conformada por el matrimonio que integran Sergio “el Flaco” Rocca y Liliana Qués y su hijo Esteban, también conocido como “el Flaco”, fueron tresaños devastadores.
La vida les cambió para siempre cuando Antonela murió esa madrugada tras el choque. Desde entonces, su lucha es por justicia, en busca de algo de paz. “Nosotros no queremos venganza, queremos justicia”, repite Liliana, quien sigue el expediente de cerca y a diario, con el dolor que ello implica.
Manso elevó la causa a juicio y en septiembre estaba todo listo para que el Tribunal fijara fecha, aunque el expediente volvió a San Pedro para la validación de pruebas.
“La calificación es homicidio culposo, con el agravante de que conducía un vehículo automotor. Está elevado a juicio, a espera de la fecha”, dijo el Fiscal, que contó con diversoselementos para construir su acusación contra Chiqué.
Los fundamentales son los testimonios que señalan que el conductor del Peugeot 206 circulaba a alta velocidad por Mitre, por encima de los 40 kilómetros por hora que señala la ley, y, de acuerdo a los resultados de las pericias toxicológicas practicadas por Inspección de Tránsito al momento del accidente, con una graduación alcohólica de 1,4 miligramos de por litro de sangre, casi el triple de lo permitido.
Como se dijo, la pena para este tipo de delitos oscila entre los dos y los cinco años de prisión y de cinco a diez de inhabilitación para conducir. En el juicio, Manso pediría cuatro años de prisión de cumplimiento efectivos y ocho de inhabilitación.
La Defensa de Chiqué planteó como estrategia su oposición a la prueba colectada durante las primeras horas posteriores al accidente, que son las que sostienen el argumentode Fiscalía.
La trágica madrugada
Antonela y Esteban Rocca Qués circulaban en un Renault 12 por calle Alvarado y fueron embestidos en la intersección con Mitre, donde la primera de las calles se transforma en Caseros.
Volvían de un cumpleaños. El conducía y ella iba en el asiento del acompañante. Charlaban animados acerca de si saldrían a un boliche a encontrarse con amigos o si irían a dormir para levantarse temprano y aprovechar el domingo en familia, ya que ambos residían en Capital Federal tras estudiar Comunicación Social en Rosario.
El impacto del Peugeot 206 que conducía Chiqué contra la puerta del Renault 12 de los hermanos Rocca Qués fue impresionante. Una explosión se escuchó en la quietud de la madrugada. Las marcas sobre el pavimento dieron cuenta de la brutalidad del choque.
Pese a tener la clavícula y la pelvis fracturada, Antonela apenas adujo un fuerte dolor en su pierna. Fue retirada del interior del vehículo por el cuerpo de Bomberos voluntarios y trasladada a la Guardia del Hospital por el servicio 107. Los esfuerzos de los médicos no alcanzaron para salvarle la vida a la joven, que a raíz de múltiples fracturas costales sufrió una contusión pulmonar y falleció minutos más tarde en el quirófano.