Trasladaron la Oficina Animal y siguen las quejas por perros sueltos
El Gobierno informó que el “Departamento Canino” que conduce la veterinaria Marina Farías funciona ahora en Lucio Mansilla 2500. El viernes, una mujer fue atacada por perros y sufrió severas lesiones.
La Oficina Animal, que conduce la veterinaria Marina Farías desde que crearon su cargo tras la sanción de la ordenanza de control de la población canina, fue trasladada y ya no funciona en la Secretaría de Salud sino en dependencia propia, en Lucio Mansilla al 2500.
El “Departamento canino” –así lo denominaron ahora– está desde el lunes en el edificio donde tenía sede la ONG Vida Animal, cuya miembro Cecilia Tarsetti fue designada empleada de esa área municipal, y donde el Gobierno había proyectado un “hospital” para mascotas.
“De lunes a viernes de 8.00 a 14.00, cel 03329 15317015, Lucio Mansilla 2500”, dice el cartel que difundieron vía WhatsApp autoridades del Gobierno. Sobre las funciones de la Oficina Animal, apuntaron: “Profilaxis de rabia (denuncia de animales agresivos, vacunación antirrábica, denuncias por mordeduras, controles antirrábicos, etc.), desparasitación, castración de caninos”.
Ahora, con el traslado de la oficina que conduce la nuera de la concejala Mónica Otero, el acuerdo post disputa férrea con Apama quedará cristalizado en la proximidad de ambas instituciones, lo que permitirá un trabajo más aceitado.
Siguen los reclamos
Las quejas por perros sueltos en la vía pública que atacan a quienes transitan se multiplican. El viernes, alrededor de las 9.00 de la mañana, una mujer que circulaba en moto por Caseros fue atacada por un grupo de animales en cercanías de la intersección con Gomendio.
Tres perros se abalanzaron sobre la mujer, la golpearon y la hicieron caer. “Cuando me levanté estaba chorreando sangre, mareada, no veía nada, me desmayé, se me bajó la presión, lo único que pude preguntar a los vecinos que me ayudaron fue quién era el dueño de los perros”, relató.
Fue trasladada por su marido a una clínica privada, donde la asistieron con lesiones, lastimaduras y un corte profundo arriba de un ojo.
“Cada vez más perros que salen al ataque. No les hice nada. Esto está muy mal, que alguien haga algo”, reclamó.
“Estoy tomando antibioticos, tengo crema para las quemaduras, estoy tomando antiinflamatorios, no voy a poder ir a trabajar por varios días”, se quejó la mujer, que sufrió severas lesiones.