Tras el piquete, lograron que el Municipio les diera trabajo
Un grupo de no más de 15 trabajadores, el jueves al mediodía cortó con bicicletas la calle Pellegrini a la altura de Perón y quemaron dos cubiertas frente al Municipio. Lo hicieron para reclamar más puestos laborales y pagos en blanco por el trabajo que cumplen otros integrantes de la Cooperativa que formaron, tomando algunas personas que han tenido conflictos con la ley. Mientras duró la medida tuvieron contacto directo con los mismos funcionarios que al día siguiente los atendieron para ofrecerles mano de obra en los planes de construcción del Plan Federal.
Durante dos horas, un grupo de 15 trabajadores, integrantes de una cooperativa, mantuvo en vilo a los funcionarios municipales. El jueves en horas el mediodía llegaron hasta las puertas del Municipio y tras cortar la calle Pellegrini con cinco bicicletas una al lado de la otra, incendiaron dos neumáticos. Los trabajadores que fueron agrupados en la Cooperativa por Gabriel Benítez y Rodolfo Romero, habían tomado una medida similar el año pasado frente a las puertas del hotel Howard Jonhson para reclamar ser tenidos en cuenta en planes laborales. Luego de esa medida gestionaron más trabajo para otros miembros que poseen antecedentes delictivos, pero que decidieron reencausarse y dejar atrás ese modo de vida. Siempre con línea directa de comunicación con los funcionarios, situación que también quedó en evidencia el jueves cuando organizaron el piquete frente al despacho de Barbieri, que ese día no estaba en San Pedro al igual que el Secretario de Turismo y Producción Norberto Atrip.
Pero, el celular de este último funcionario estuvo prendido y los manifestantes pudieron directamente comunicar su reclamo.
Los bomberos acudieron para apagar los focos de incendio y minutos después, los trabajadores, retiraron las bicicletas para permitir el paso de los vehículos.
El Secretario de Gobierno Juan Almada fue quien atendió a los trabajadores, les solicitó que retiraran la medida de fuerza y se comprometió a que en el día siguiente serían atendidos por el Intendente y por el Secretario de la Producción. En todo momento los integrantes de la cooperativa solicitaban ser blanqueados por la contraprestación que otros miembros realizan en las áreas de Obras Sanitarias y el Corralón Municipal, seguridad para las tareas que desarrollan e iluminación para el barrio Hermano Indio. Puntualmente sobre los servicios que esta cooperativa presta todos los meses, Romero comentó que un trabajador que está bajo el régimen de monotributo, factura al municipio una determinada suma mensual por los jornales de todos los compañeros. Situación irregular si se tienen en cuenta las condiciones en las que se está abonando por parte del Municipio por este tipo de tareas.
Pero más aún, ningún concejal en la sesión del jueves pasado se preguntó mínimamente por este contrato en particular.
Por una parte el viernes, el Intendente recibió al contador Taurizano que colabora con los integrantes de la cooperativa y por otro lado, Norberto Atrip recibió en su despacho a Benítez y Romero. Luego de dialogar por el lapso de una hora aproximadamente, se acordó ofrecerles 15 puestos de trabajo en las obras de construcción del Plan Federal de viviendas. Fueron trasladados en una tráfic municipal para que pudieran recorrer las obras.
El capítulo de protesta parece estar cerrado y solucionado, pero la medida despertó polémica en la sociedad por el modo que se utilizó para reclamar y sobre todo, la vía directa de comunicación con funcionarios, algo imposible para la mayoría de los sampedrinos que no tienen los mismos accesos y que están pasando por una situación similar o más preocupante aún, sin ningún tipo de representación.
Fuera de la Ley
Aunque parezca mentira, es la Municipalidad la que alienta formas laborales que se encuentran reñidas con la ley. Por una parte admite que una persona que se inscribe como proveedor municipal bajo el régimen de monotributo, facture por el total de los haberes de todos sus pares de la cooperativa. Por otro, se estimula a la formación de una empresa bajo la figura de “sociedad de hecho” mediante la cual también podrán facturar, pero requiere de tener sus propios empleados con todos los aportes y contribuciones que se exigen a cualquier empleador. Nada cierra en este punto y mucho menos si se piensa en los riesgos que puede afrontar la comuna ante cualquier reclamo judicial o presentación en la Secretaría de Trabajo. Otro punto negro en la Asesoría Letrada, que hasta el momento no ha merecido la más mínima mención por parte de funcionarios, ediles o dirigentes gremiales.