Tras el cierre de Marítima Heinlein, Ojea manifestó preocupación por las fuentes de trabajo
"Esto pasa en todas las actividades que tienen que ver con hortalizas y frutas", señaló el Director de Producción, y aseguró que viene elevando gestiones ante el Ministerio de Trabajo para pensar "la reconversión productiva que genere mano de obra". La planta de arándanos congelados para exportación cerró tras siete años de actividad.
Autoridades de la planta Marítima Heinlein, ubicada en Río Tala, estuvieron allí para anunciar a los trabajadores el cierre de la empresa y pagar las indemnizaciones de los 14 trabajadores que quedaban, luego de haber llegado a tener hasta 100.
El Director de Producción Pablo Ojea manfiestó que en el Gobierno se enteraron por los medios de la decisión empresarial, aunque ya habían mantenido reuniones para analizar la situación, ya que la actividad de exportación de arándanos congelados venía en baja producto de la crisis mundial.
“Tuvimos reuniones previas por futuras opciones para la diversificación, debido a que la única actividad que tenían era la exportación de arándanos. No había manera de sostenerlo por los costos y ahora nos enteramos del cierre”, señaló el funcionario.
“En su momento, ellos disponían de una superficie productiva inactiva, le buscamos alternativa para que se establezca algún otro tipo de industria, hablamos de un proyecto de congelados de hortalizas, había algunas propuestas, no llegamos a planificarlo, desde mi punto de vista una verdadera lástima”, dijo Ojea.
El Director de Producción explicó que “los costos son altísimos y es prácticamente inviable” y aseguró que “esto pasa en todas las actividades que tienen que ver con hortalizas y frutas, frescas y procesadas”.
En ese sentido, analizó que la situación en San Pedro es muy complicada. “Lo hablamos con el Ministerio de Trabajo, para saber qué tipo de reconversión de mano de obra necesitamos, y eso lleva planificación”, indicó.