Tras el apagón, recomiendan no consumir los lácteos que había en las heladeras hogareñas
En diálogo con La Opinión, el veterinario Saverio Gutiérrez, jefe del Departamento de Bromatología, explicó qué hay precauciones tomar con los alimentos que perdieron la cadena de frío. Señaló que los supermercados pueden devolver sus productos y recordó que hay asesores técnicos responsables del control en esos comercios. Consideró que si bien esta situación fue inédita, debería crearse un protocolo de acción.
El día después del apagón, que en San Pedro duró alrededor de 13 horas, generó una gran cantidad de dudas respecto de qué hacer, por ejemplo, con los alimentos que estaban en las heladeras de los hogares y los comercios, ante el riesgo de que se haya perdido la cadena de frío.
Aunque el gobierno local no hizo recomendación alguna —de ningún tipo: el domingo sólo saludaron por el Día del Padre y recordaron los teléfonos de Defensa Civil ante la lluvia—, La Opinión consultó al jefe del departamento municipal de Bromatología por el tema.
El veterinario Saverio Gutiérrez señaló a este medio que "lo importante es ver cómo tuvieron sus alimentos en la casa, los pequeños lácteos". En ese sentido, recomendó tirar los productos, porque puede que haya sufrido la pérdida de frío, sobre todo si se abrieron las heladeras.
En cuanto a los productos que se exhiben a la venta en los comercios, indicó: "Se supone que los guardaron en cámara o entregaron los productos a las empresas lácteas, que reiben las devoluciones. No tendría que haber riesgo, y si el comerciante es inescrupuloso, lo vamos a saber en pocos días, porque algo va a pasar".
"Esto es una situación extraordinaria, las empresas distribuidoras tienen que retirar los alimentos de la venta. Además, los supermercados tienen asesores técnicos, por ordenanza, que son los que podrán controlar. Es imposible que el Estado controle todos los comercios en ese lapso", consideró.
"Fue una situación muy extraña, nunca se vio ni creo que vuelva a ocurrir, pero no hay protocolos y quizás haya que crearlos", analizó Gutiérrez, que explicó que la mayoría de los comercios tienen cámaras de frío y que muchos decidieron no atender al público para no abrirlas.
Algunos supermercados abrieron, pero no comercializaban productos lácteos. Otros, como el Vea, tenían grupo electrógeno que alimentaba todo el edificio. Ese local fue uno de los más concurridos. En Bomberos, vecinos de diversos barrios se acercaron a buscar agua con bidones.
Cuando oscureció, la gente se volcó masivamente a hacer compras, en busca de agua —las bombas del suministro funcionan con electricidad—, velas, pilas y alimentos secos, por temor a que la situación se extendiera por más tiempo. A las 19.33 la luz volvió en el centro y pasadas las 20.00 ya estaba conectada toda la ciudad.