Sra. Lili:
Hace exactamente un mes nuestros hijos, Emmanuel y Cecilia, salieron a disfrutar de un día domingo soleado y cálido como muchos otros sampedrinos, pero el paseo duró muy poco porque, a pocas cuadras, fueron atropellados por un motociclista que, irresponsablemente, habiendo bebido más de la cuenta, venía conduciendo a alta velocidad, corriendo picadas con otro motociclista en pleno casco urbano luego de participar del encuentro de motos que se realiza hace algunos años en nuestra ciudad.
Nuestros hijos, Emmanuel y Cecilia, son estudiantes, esforzados y responsables, como otros muchos chicos de nuestra ciudad y de los cuales podemos decir ¡Gracias a Dios hoy están vivos! pero que en unos segundos perdieron un año de sus vidas. ¿Por qué? Porque Emmanuel debía rendir un final importante en su carrera de Ingeniería Electrónica y no pudo trasladarse por estar internado y Cecilia, la mayor de cinco hermanos trabajaba en dos casas de familia cuidando bebés, para poder pagarse el viaje y la cuota del instituto en el que terminaba este año el curso de masajes y tratamientos para celulitis y adiposidad, y digo terminaba porque hace exactamente un mes que se encuentra inmovilizada con fractura de fémur. Recién ahora que fue operada y con muletas por 60 días podrá movilizarse un poco y dejar de mirar el techo de su cuarto de hospital y tal vez entre sus seres queridos, mirando de a ratos el sol o las estrellas pueda superar su dolor, su rabia, su impotencia, su tristeza porque no solo perdió el trabajo sino también la regularidad en el estudio.
¿Por qué contamos esto? No para que no se realice esta clase de eventos, que sabemos que han traído siempre aparejadas situaciones como esta aunque tal vez no de tanta gravedad, sino para ver si nuestras autoridades, principalmente nuestro intendente que es quien en definitiva los autoriza, toman conciencia que promover el turismo no es amontonar gente a tontas y locas, sino que junto a esta clase de propuestas deben planificarse acciones que contengan, entretengan, controlen y limiten a los visitantes. Por el bien de ellos y por la seguridad de los que vivimos aquí, que merecemos que se nos respete y se nos cuide ya que en definitiva somos, con el pago de nuestros impuestos y con nuestras compras diarias, los que mantenemos y contribuimos a la economía y al progreso de nuestra ciudad.
También queremos agradecer a quienes estuvieron con nosotros en estos momentos, a los médicos que estaban de guardia, el día 18 de Septiembre, al traumatólogo, Dr. Sergio Cruz que operó y atiende a Cecilia, al Dr. Krebs que atendió y atiende a Emmanuel por su politraumatismo de cráneo, a la Sra. Matilde Santi y Susana Casas miembros de la Cooperadora del Hospital, al Sr. Carlos Rotundo y la Sra. Patricia Rocca que se pusieron a disposición para lo que necesitáramos, al Dr. Simonini que nos acompañó y nos contuvo cuando aún no nos permitían ver a nuestros hijos.
Hemos notado muchas falencias en el Hospital, pero el equipo de médicos y de enfermeros cubren con su trabajo y dedicación esas falencias, por eso les decimos a ello muchísimas gracias.
Por último queremos decirle a la secretaria del director del Hospital que el cargo que ocupa no le otorga el derecho de tratar a ninguna persona que allí concurra con la altanería, la irrespetuosidad y la soberbia con la cual nos atendió a nosotros y recordarle que es empleada de una institución pública y por lo tanto, le guste o no, se debe a la comunidad.
Hoy más tranquilas, vemos que nuestros hijos van ordenando nuevamente sus vidas, sólo esperamos que esta carta sirva para reflexionar y encauzar acciones.
[align=right]Mónica Gómez – DNI: 20.375.681
Cristina González – DNI: 10.670.637[/align]