Belén es madre de una niña con discapacidad y ayer padeció, una vez más, el flagelo de trasladarse con su hija por una ciudad donde nadie respeta el derecho a circular de los otros. “Estoy indignada, es una lucha diaria, existe una ley que pocos conocen y respetan”, se quejó a La Opinión, y relató: “Fui al Banco Provincia junto a mi hija, que tiene una discapacidad, quise estacionar donde nos corresponde y dos motos estaban allí. Una era de un mensajero. Había efectivos de la Policía Local frente a mí, todos miraban la situación pero nadie hizo nada. ¿Dónde está el respeto y la igualdad?”, cuestionó angustiada la mujer.
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