Todo para #QuedaFabio, con Guacone de licencia
La sesión del Concejo Deliberante que aprobó por unanimidad el permiso para que Pablo Guacone siga en reposo y las oportunas cartas para destrabar los votos adversos terminaron con otro freno para la posible destitución y la acción de la Comisión Investigadora. Lo que nadie contó sobre una mañana de roscas y “cartas urgentes”.
En la mañana del jueves 15 de enero todo indicaba que se pediría una Junta Médica para evaluar el verdadero estado de salud del Intendente Pablo Guacone, tras su intención de renovar por otros 30 días su licencia por el cuadro de hipertensión con riesgo cardíaco que padece.
No fue una jornada para “cuidarse el corazón”. Las negociaciones llegaron a su punto máximo durante el desarrollo de la sesión y a medida que cada bloque exponía su postura.
Con poco público, y tal vez escaso interés ciudadano, esa calurosa mañana todas las fuerzas de quienes acompañan a Fabio Giovanettoni en el interinato estaban puestas en torcer las voluntades para que pueda continuar al frente del Municipio e incluso para ratificar las acciones de gestión emprendidas con cambio de gabinete incluido (ver página 3).
Desde la oposición pretendían que como mínimo se adjuntara la historia clínica y se acompañara el certificado firmado por el Dr. Marcelo Rada con estudios, análisis y algún pronóstico sobre la evolución del paciente. Hasta Patricia Rocca anunció su voto en disidencia con su par de bloque Ariel Ramanzini con un sugestivo “soy hipertensa y hay que cuidarse, pero puedo seguir trabajando” que ya había publicado en su cuenta de Facebook y que tuvo decenas de comentarios respecto a las posibilidades de continuar actividades si se cumple con un responsable tratamiento.
Desde el bloque del Frente para la Victoria, Martín Baraybar y Nicolás Macchia trabajaron a destajo para medir las posibilidades aunque estaban en clara minoría para votar el permiso de reposo.
El termómetro de la enfermedad
“No se lo ve en tan mal estado, participa de actividades”, sostuvieron los ediles que reclamaban la opinión de otros profesionales de la medicina y que incluso anclaron sus fundamentos a los dichos del Intendente en una nota concedida a este medio en la que dijo que quería construir un San Pedro “para 20 o 30 años” y donde además anunció su regreso a las funciones “lo más pronto posible”.
Son muchos los que lo han visto en el club Los Andes o compartiendo actividades como la largada del Dakar y hasta los que este fin de semana corroboraron que “se salió de la dieta” comiendo un asado con vino y otros entremeses prohibidos para quienes padecen la enfermedad en un grado extremo.
La tensión de esa mañana también lo mantuvo aferrado a situaciones poco convenientes para su dolencia. Siguió paso a paso las transmisiones de las radios locales y en medio de la sesión mandó una primera carta (ver recuadro) que obligó a un pedido de cuarto intermedio. Esa misiva estuvo en manos de Baraybar, quien al promediar la sesión pidió el receso para darle tratamiento a lo que hasta el momento era una simple “puesta a disposición de su médico” para todas las consultas que los ediles creyeran pertinentes.
La reunión entre los jefes de bloque tuvo lugar en el despacho del Presidente del HCD, Mario Barbieri. Tras la puerta se escuchaban todo tipo de razonamientos pero principalmente uno que se expuso en el recinto: “Si renuncia al sueldo…”. Así, con celulares al rojo vivo, apareció otra misiva también de redacción casi online para argumentar que, pese a que le corresponde seguir cobrando, ofrecía la posibilidad de un importante ahorro para el erario. Y, colorín, colorado… cuando volvieron a la sesión se levantaron todas las manos sin excepción alguna. Llegaron así otros treinta días de tregua para un #QuedaFabio con todas las facultades para darle un giro de 180 grados a la gestión.
El piano y la maceta
Dos son las fotos simbólicas de la hecatombe y la desidia con la que se ha manejado este gobierno. Estar de paro o tener problemas graves no puede ser excusa para el descuido, la negligencia y hasta la falta de limpieza.
En el pasillo de ingreso una maceta con una planta seca sirve de cenicero o apoya pies. En el Salón Dorado, el piano de cola que otrora fuera el centro de conciertos está apoyado sobre la humedad de la descascarada pared sometiendo su especial madera al deterioro sin sentido.
El público
Las filas de bancos separados por un pequeño espacio mostraban la división del público entre los que estaban a favor y en contra de la aprobación de la licencia.
En un momento, un conocido puntero alzó la voz para discutir el argumento que esgrimían los concejales. En dos oportunidades Mario Barbieri sostuvo que iba a pasar a cuarto intermedio para desalojar la sala.
El conocido Santiago Burgueño reclamaba “acá tienen que venir los medios nacionales”. El otro, con voz cantante y recolección de firmas para pedir la renuncia de Guacone, era “Solapita” Velo, quien mostraba las planillas y dijo tener más de 2.500 firmas. César Parzon no pierde oportunidad de recostarse sobre el poder impulsando oportunos aplausos a favor de Giovanettoni.
Por último, un joven que llegó casi al final de la sesión alzó las manos y la voz para gritar “acá lo que hay que generar son fuentes de trabajo”, algo que repitió luego pero negado a la foto de este medio.
Con un as en la manga
“Que tiene ahí Baraybar”, preguntó La Opinión al Presidente del Bloque del Frente para la Victoria. Su afán por doblar una carta en papel tamaño A4 dirigida al Concejo Deliberante lo puso tenso. Apenas se vio la firma y no parecía la del Intendente Guacone, pero luego dijeron que lo era. Después se supo que el edil se había retirado de su banca para recibir de manos del Asesor Letrado José Macchia el primer texto remitido por Guacone. La dobló y la escondió en el pupitre debajo de los expedientes. Luego pidió el cuarto intermedio y se la entregó a Barbieri, ya que debía tener ingreso oficial para ser tratada. Sello de mesa de entrada no había en el momento en que este medio la vio.
La otra carta llegó al despacho de Barbieri, ahí sí estaba muy legible la firma de Pablo Guacone.