Todo listo para que Pando deje su cargo y el Frente para la Victoria presida el Concejo Deliberante
Los bloques de Monfasani, Casini y el que responde a Guacone firmaron el pedido de sesión para remover las autoridades del HCD. Se reparten los cargos dentro del cuerpo deliberativo y dejan afuera al radicalismo, que perdió la mayoría de votos y ahora pierde la conducción. “Estamos perdiendo 9 a 6” dicen en el Frente de Todos. Hay tres votos en duda y son los que definen. Una abstención basta para que haya nuevo presidente.
El jueves será la sesión especial para renovar las autoridades del Concejo Deliberante, en medio de la crisis que desató en ese cuerpo el acercamiento entre el oficialismo, el Frente para la Victoria y el bloque de Casini. Allí votarán la remoción de Pando de la presidencia y el recambio del resto de los puestos políticos, lo que ya desató un debate en el seno de un acuerdo impensable tras las recientes elecciones de 2011.
Los que firmaron el pedido de sesión son los nueve ediles de esos tres bloques. Esto significa que falta un voto para aprobar la remoción o acaso una abstención. Por ello, la rosca no descansa. “Hoy estamos perdiendo 9 a 6”, dijo un conspicuo asistente a las oficinas de Martín Pando, por ayer. “La presidencia ya es nuestra”, aseguraron del otro lado.
Repartija de cargos
El Frente para la Victoria, mayoritario entre los tres bloques peronistas, será quien ocupe la titularidad del cuerpo deliberativo. Todo hace prever que será el propio Daniel Monfasani el que ocupe el sillón principal, teniendo en cuenta que tiene experiencia en ese lugar, que es el líder del grupo y que aspira a un lugar en las listas de diputados provinciales de las elecciones del año que viene, por lo que la presidencia podría ser una buena vidriera para ello.
Vicepresidente primero y segundo son cargos sobre los que prácticamente ni se conversa y mucho menos se “rosquea”. A nadie le parece un trofeo político por lo que no hay mucha preocupación en torno a ello. No sucede lo mismo con los cargos estrictamente políticos del Concejo Deliberante: Secretario y Prosecretario Legislativo.
Si el jueves están los votos para remover a las autoridades, Fernando Sciarra y Fabián Vlaeminck dejarán esos lugares vacantes. El segundo, ya se sabe, irá al Ejecutivo (ver aparte). El primero podría quedarse en el cargo de Prosecretario, si acaso hay “piedad” por parte de los peronistas que, según comentan cerca de la mesa de negociaciones, “van con todo, por todo y no les importa nada”.
El Secretario Legislativo le toca al guaconismo. El hombre es Adrián Macenet, a quien convocaron desde su, de alguna manera, “ostracismo” en Río Tala, donde volvió tras cumplir su mandato como edil. Néstor “Yayi” Chaves quería el cargo, dicen algunos; se lo ofrecieron y él no quiso porque pierde beneficios que tiene como dirigente gremial, explicaron otros.
Lo cierto es que Chaves es parte de la mesa chica de este banquete que busca comerse a la oposición radical en el Concejo Deliberante, y hasta habría propuesto a su hijo Matías, el mismo que “acomodó” no hace mucho en el Hospital, como Prosecretario.
En la negociación hay peronistas que creen que ese cargo debe ser para la minoría radical, como mandan los códigos no escritos de la distribución de cargos. Otros desoyen esas conductas éticas y aseguran que “al enemigo ni justicia”.
Contar los porotos
Si el panorama está “9 a 6” como dicen los radicales, los tres que quedan libres son los que definirán. Se trata de Norberto Cachi Atrip, quien dijo ayer que todavía estaba evaluando y no descartó abstenerse o incluso no ir a la sesión, ya que acusó algunos problemas de salud que lo obligarían a pedir licencia.
En ese caso, su reemplazo es Martín Noseda, devenido guaconista de paladar negro y uno de los que más fuerte criticó en público a Pando, una mañana en la que mientras pala en mano trabajaba en el Balneario le recomendó al joven concejal “largar un poco la guitarrita y ponerse a laburar”, no sin antes lanzar un “estoy re caliente”.
Los otros dos son Noemí Bordoy y Diego García –reemplazará el jueves a Mario Sánchez Negrete, de licencia para acompañar a su hijo al viaje de egresados a Bariloche–, ambos ediles que integraron la alianza barbierista en 2009 y 2011, respectivamente, en representación de la Coalición Cívica-Ari.
Los dos mantenían reuniones con su partido, que preside Mirta Atrip, para analizar la situación y definir qué hacer en ese sentido. “No tenemos nada en contra de las autoridades del Concejo, aunque nos abstuvimos en la votación de Noemí en diciembre, no por no considerar a Martín (Pando) sino porque no nos consultaron”, recordó García.
Una semana por Facebook
Al otro día de la sesión en la que Pando dijo que “el ladrón cree que todos son de su condición” y que provocó la ira de Mofasani y los suyos, el “Turco” dijo en La Radio que investigaban las cuentas del Concejo Deliberante y señaló que habría novedades sobre presuntas irregularidades en el manejo de fondos.
Todas esas acusaciones se trasladaron a la red social Facebook, donde el peronismo fue publicando algunos datos de lo que analizan sus concejales. Matías Monfasani, por ejemplo, posteó: “$ 100.000 lleva gastado el Presidente del HCD (Martín Pando) en prensa y propaganda en siete meses de gestión”.
O la concejal Cecilia Vázquez, quien publicó que la “primera acción” de Pando tras asumir fue “aumentar su caja chica de $ 2.500 a $ 5.000, a través de un Decreto” y que “en el mes de marzo se gastó cuatro cajas chicas por un monto de $19.748,79” y en mayo “cinco cajas chicas por un total de $24.837,50”.
Desde el Frente de Todos, el encargado de responder fue Mario Sánchez Negrete, quien aseguró que esos números “son un disparate” y aseguró: “Hablan de gastos que se hicieron y no son ciertos, están todas las facturas a disposición”.
“Hablan de 100 mil pesos en publicidad y eso es mentira, creo que en estos siete meses deben ser 40 mil pesos”, dijo. Sobre el resto de los gastos cuestionados, indicó: “Se gastaron 12.000 pesos en papel para ganarle a la inflación”, en referencia a la compra de resmas. También se refirió a otras cuentas que quedaron pendientes del ejercicio anterior por demoras en los pagos del Ejecutivo.