Tierra de Nadie
Golpean la puerta, abro, un cartero me entrega un sobre, comienzo a leer, un escalofrío recorre mi cuerpo, una tras otra fluyen las lágrimas de mis ojos, la angustia y el dolor se apoderan de mi ser; la peor de las noticias, lo que menos esperaba, una notificación que decía “Por falta de méritos se cierra la causa por la muerte de Aldo Daniel Pereyra”; mi nieto. Dios mío pensé, no somos nada. En manos de quién estamos. ¿Dónde vivimos? En el país del todo vale, un día salís, te matan brutalmente y listo, ya está, el asesino entra por una puerta y sale por otra, impunemente. Con la ayuda de aquel que estudió para defender a los asesinos ya sea menor o mayor y sin importarle la víctima. Qué ejemplo es éste? (Como tantos otros) para nuestros jóvenes: maten chicos, maten, total no les va a pasar nada; estamos en ARGENTINA. Que pensó “Señor Botteri”, se murió la madre, se cierra la causa y nosotros qué? Sus hermanos, los abuelos maternos, sus sobrinos, sus amigos, a quién les importamos, total no tenemos dinero ni un apellido conocido, pero el dolor es universalmente el mismo y más profundo se hace, cuando pasan cosas como ésta. No hay méritos, nadie vio nada, y mi nieto murió desangrado, pero que un animal y tanto el menor como los adultos siguen circulando libremente con sus conciencias “tranquilas?” Probablemente; total no era su familiar. Dígame “Señor”, esto que pasó acaso no fue abandono de persona, ésa madrugada ¿quién llamó a la ambulancia? No hay méritos, no hay prueba, no hay nada. Por el descanso de mi hija y de mi nieto, algún día veré que haya justicia. Martha Fontes Sosa de Alzogaray - DNI 92.262.675