Tenía arresto domiciliario pero volvió a robar
Carlos Alberto Meza fue detenido la semana pasada por robar a mano armada el maxikiosco Exesso junto a otra persona. Una cámara de video había tomado su imagen en el momento del hecho. Sin embargo, el joven cumplía arresto domiciliario por otro asalto ocurrido en Noviembre. El caso vuelve a poner en evidencia las fallas en los controles de este tipo de medidas extra carcelarias.
Hecha la ley, hecha la trampa. Pero aún más trampas se pueden hacer cuando una sociedad no tiene posibilidad de hacer cumplir sus leyes y normas como corresponde.
Así lo demuestra por ejemplo, la puesta en marcha de medidas moderadoras para delincuentes que deben cumplir una pena por delitos importantes. Estas medidas son las que intentan alivianar el exceso de presos en las cárceles, pero en realidad terminan complicando aún más el sistema. El arresto domiciliario está dentro de este marco de complejas medidas.
La semana pasada, la policía detuvo a Carlos Alberto Meza, un joven de 19 años que había asaltado hace un par de semanas al propietario del kiosco y bar Exesso, ubicado en Mitre al 900. Lo más increíble del caso, es que ya estaba cumpliendo una pena por un delito similar pero con la modalidad del arresto domiciliario. En definitiva, lo mandaron a su casa pero sin ningún impedimento para que continuara cometiendo ilícitos.
Es importante recordar que el robo al maxikiosco, pudo ser esclarecido porque el lugar contaba con cámaras de video que grabaron el momento del asalto y así se pudo identificar a los ladrones.
El otro cómplice de Meza todavía no fue detenido, pero como se trata de un menor de edad, tampoco quedará tras las rejas por este delito.
Armas y marihuana
Meza había sido acusado en Noviembre del año pasado por asaltar al propietario de un bar ubicado en Chacabuco y Bottaro, en un hecho de características violentas porque según relatara la víctima, dos sujetos le colocaron un arma en la cabeza para robarle la recaudación del comercio.
Por este violento episodio que fue caratulado como robo calificado, el joven fue detenido y cumplió una condena de unos tres meses en el calabozo de la Comisaría de San Pedro. Pero la justicia decidió moderar su situación y después de ese breve período preso le concedió la posibilidad de un arresto domiciliario.
Sin embargo, la policía volvió a detenerlo hace diez días por tenencia de marihuana. Y porque por supuesto no estaba dentro de su casa cuando se lo aprehendió. Fuentes de la Comisaría confirmaron que en ese momento se hizo un informe sobre la situación del joven a la fiscalía, pero la respuesta fue que se lo liberara nuevamente hasta tanto se evaluara si se le revocaba o no el arresto domiciliario.
Totalmente liberados
Los presos que cumplen una libertad condicional o arresto domiciliario, deben ser controlados en forma periódica, pero en algunos casos el control se esfuma. El organismo que trabaja en este tipo de vigilancia es el Patronato de Liberados, aunque en otros casos debe ser la propia policía la que visite al supuesto preso para ver si está cumpliendo con la normativa de mantenerse dentro del domicilio.
El sistema se complica aún más porque existen otras modalidades como la de la asistencia semanal del propio preso a la Comisaría para cumplir sólo algunas horas, o bien firmar un libro de asistencia para volver a marcharse sin más trámite.
En el caso de Meza, el Patronato de Liberados era quien debía controlarlo pero se desconoce cómo lo hacía. Sí es cierto que la semana pasada, la detención del joven se realizó en su propio domicilio de Aulí y 11 de Septiembre porque allí se encontraba. Porque ya había tenido tiempo y libertad de sobra para cometer otro ilícito.