Suman denuncias por apremios contra la policía
La mano larga de los efectivos, sobre todo de los recién egresados, no cesa y tiene a la nocturnidad como escenario predilecto. Al menos dos denuncias se sumaron este fin de semana y ambos casos involucran a menores de edad. “Se les subió el uniforme a la cabeza”, se quejaron vecinos que quieren más control pero menos arbitrariedad.
En septiembre pasado, mientras varias denuncias contra el accionar abusivo de efectivos policiales llegaban a Fiscalía, el Comisario Juan Catalano dijo que continuarían “identificando personas, sobre todo a aquellos que resultan sospechosos de alguna actitud”. Algunos de sus subordinados se tomaron bastante en serio la arbitrariedad de decidir cuáles son las “actitudes sospechosas” pero no sólo eso: también aprovechan para castigar, por si la Justicia no llegara a hacer su trabajo.
El “uso de la fuerza mínima indispensable” para las aprehensiones parece ser una materia que los nuevos egresados de los acelerados cursos de la Bonaerense no aprendieron con precisión, a pesar de los protocolos internacionales que dan cuenta de cómo deben actuar las fuerzas de seguridad, a los que adhiere la Argentina.
En los últimos días, dos casos alimentaron la pila de expedientes con denuncias que involucran a uniformados, una semana después de que un efectivo fuera puesto en disponibilidad acusado de abuso y por participar de una reyerta a la salida de un boliche.
Palos en la calle
Un joven de 16 años denunció haber sido golpeado por la policía el domingo 13 de diciembre cuando salía de un boliche. Muchos se preguntarán qué hacía un menor de edad en un local de diversión nocturna, cuando ello está prohibido por ley. Pero donde nadie controla, nadie acata.
El hecho sucedió en la esquina de la plaza Belgrano, frente a Anses, donde suele apostarse un puesto de comidas a la espera de quienes salen de bailar en boliches y bares que funcionan como tales aunque estén habilitados para otra cosa.
En la zona había patrulleros, que de un tiempo a esta parte se ocupan de evitar desmanes a la madrugada. En la denuncia consta que un efectivo “bajo, robusto, morocho y con cabello corto peinado hacia arriba”, le dijo “raja de acá” y le asestó un golpe con la cachiporra que dio en su hombro izquierdo.
Cuando consultó a otro policía sobre el nombre del agresor, éste se acercó, le pegó en su rodilla y le exigió que se fuera a dormir. Tras ello, recibió otro golpe.
Por querer orinar en la vía pública
El lunes, un joven de 18 años y dos menores de edad denunciaron que fueron abordados por efectivos policiales y resultarán con heridas provocadas por golpes y disparos con postas de goma.
Sucedió el domingo, alrededor de las 5.00, cuando regresaba de un casamiento. Caminaban por la vereda de calle Ayacucho, antes de llegar a Mitre, y uno se detuvo a orinar. En ese momento apareció el patrullero.
Señalaron haber sido golpeados con “cachiporra” y que una mujer policía les disparó con un arma con postas de goma, que provocaron heridas en su cuerpo.
El mayor fue detenido en la Comisaría y su madre dijo que “también lo golpearon en el calabozo”. Los menores fueron asistidos en el Hospital. Los tres viajaban a San Nicolás para ser revisados en la Asesoría Pericial.