Sobre utopías y coraje
Dedicado a los “civiles anónimos de esta vida que intentaron ayudar a los civiles de nuestras islas y preservar nuestros recursos, nuestra flora y fauna”: Hace unos días, leía sobre Eduardo Galeano escritor uruguayo, nacido en Montevideo que desde muy joven se inició en el periodismo, fue director del diario Época. En 1973, se exilió en la Argentina; en 1976, debió continuar su exilio en España y regresó a su país en 1985. Su narrativa está acosada por la realidad y las injusticias inmediatas de nuestra América Latina. Hace unas semanas tuve la suerte de escuchar sus palabras y comentaba sobre la participación de la ciudadanía, y refería: “siempre en un noticiero oía a un periodista que al final de la jornada laboral resumía su despedida diciendo”: “bien audiencia, si alguna de las noticias no le ha gustado, cámbiela”; ¿cuál era su mensaje?: que nosotros somos los actores de los problemas que nos aquejan y tenemos la posibilidad de lograr mejorar nuestra calidad de vida a través de nuestras acciones, sobre todo cuando los problemas nos afectan o cuando a quienes delegamos tal responsabilidad para evitar o controlar nuestros problemas, no están, hacen “vacío”, les falta conocimientos, coraje, ideas o creatividad, sea por falta de recursos o incapacidad. Pidiendo disculpas por el ejemplo que daré y salvando las distancias y aunque no tengo en general como ejemplo ideal, al país del Norte, es buena la comparación cuando un amigo refería hace unos días: “aún recuerdo ver por TV al alcalde de Nueva York codo a codo junto a la gente y socorristas, cuando sucedió la tragedia que todos conocemos”. Mientras las sociedades se vacían de un “mundo interior” y tiene como ejemplo de vida futbolistas valuados en millones de dólares o día a día cultiva sus ideas solo con programas de entretenimiento y diversión: son esos los ejemplos que necesitamos cada vez que es necesario “tenerlos” y “darlos”. Dar el ejemplo es necesario e imprescindible para las generaciones venideras, siempre refiero que a veces se hace mas daño con el ejemplo que con el pecado mismo, (con el mal ejemplo o con la falta de este). Hacernos cargo de los problemas no quiere decir que somos responsables de todos los males que día a día se cruzan por nuestra vida ni mucho menos, pero somos parte de nuestra realidad, y como ciudadanos, tenemos responsabilidades que bordean, incluso, con obligaciones, por lo menos en lo referente a salvaguardar al otro (a quien esta transitoria o permanentemente en carencia) y por lo nuestro, referido a nuestros recursos, es una forma de mostrar el país que queremos y como afrontar dichos problemas (accidentes, catástrofes, problemas económicos, incendios, elija el que usted quiera). Otra persona que brilla, es el escritor nacido en Arequipa, Perú: Vargas Solla, el refería también que para lograr cambios había que tener siempre una cuota de utopía, de sueños mal cumplidos, de ilusiones, de incluso, cierto alejamiento de la realidad debido a que la misma siempre “nos chantajea y nos limita”. Referido a Utopías transformadas en realidades, un gran ejemplo de ello son los Holandeses: no creo que ellos hace 600 años hayan comprendido realmente la tremenda tarea asumida cuando utópicamente decidieron ganarle al mar con sus famosos Polder a pala, baldes y bolsas de arena… ¿el premio? Hoy los holandeses se han convertido en auténticos maestros en el arte de conquistar las tierras situadas a orillas del mar y son escuela en lo referido a ingeniería hidráulica. ¿La necesidad?, ¿soñadores?, yo creo capacidad… de hacer. Simplemente gracias a los que “lo intentan día a día” y no bajan los brazos esperando que llueva. Por esto ensúciese de tierra ayudando al otro, cuando su cara quede manchada por el humo y el carbón entonces sentirá algo que no se puede describir, ni decir, ni escribir… ¿Utópico para algunos? Eso fue hacer, coraje y solidaridad, ¿Eso es utópico?, entonces quiero decisiones utópicas… Auxiliador de Cruz Roja Argentina, un tripulante de las denominadas creo: barcazas solidarias. Alejandro García, DNI: 21.674.108