Sin medidores la ciudad sentirá la falta de agua
La ordenanza que imponía la instalación de medidores de agua para los grandes consumidores en una primera etapa y para todos los usuarios después, está lejos de llevarse a la práctica. El verano que transitamos, los días de intenso calor que no dieron respiro y las lluvias que trajeron la calma, dejaron al desnudo los grandes aumentos de consumo y la preocupación ante la falta de respuestas. Desde la Secretaría de Obras Públicas se han impartido directivas para asegurar un control más estricto de las pérdidas mientras se resuelve el control para los próximos meses.
Cuestiones urgentes siguen relegando asuntos importantes; mientras llueva o refresque todo seguirá en calma. Estamos sumergidos en otro verano crítico para el consumo de agua potable en la ciudad y los días con altas temperaturas provocaron baja presión, quema de bombas o directamente faltante.
El Ingeniero Romeo Sester con el mismo planteo de años anteriores advirtió sobre los riesgos de las perforaciones domiciliarias y las consecuencias que se generan en días muy calurosos. Todos escuchan, pero nadie cambia su estilo de vida, regando, llenando piletas o mojando la calle para que se asiente la tierra.
Este año debería ser el que presente la implementación de la ordenanza aprobada a principios de 2005 para la instalación de medidores.
Desde aquel momento no se han producido avances hacia la implementación del sistema que comenzaba con los grandes consumidores. La ordenanza que aprobaron los concejales ante el escepticismo de muchos, señalaba que desde el 1º de Enero del 2006 los clubes y otros establecimientos que realizan actividades en las que el uso de agua potable estaba relacionado con una explotación comercial, deberían tener el medidor y comenzar a pagar. No se hizo.
Está pendiente además un informe técnico, presupuestos y una serie de reuniones en las que se debería tratar el tema seriamente para encararlo sin más dilaciones.
“Vamos a tener cada vez más problemas” dijo el Director de Servicios Sanitarios al ser consultado sobre el tema.
Con relación a los medidores dijo: “Se está trabajando en eso porque hay que desarrollar el sistema para recaudación y sistemas de computación para poder medir el consumo” comentó.
La iniciativa del bloque radical que ya es una ordenanza aprobada aún hoy sigue generando comentarios en voz baja de algunos funcionarios que sienten que les tiraron un problemón sin medir las consecuencias y sabiendo que iba a ser imposible aplicarlo en los plazos escritos.
Problemón o no, el agua va a seguir faltando si el calor vuelve a apretar y la gran mayoría sólo toma conciencia cuando abre la canilla y no sale nada.
Números que ahogan a cualquiera
Entre las causas de disminución en el caudal general están las piletas. Para una pileta de lona de jardín el promedio de utilización de agua es de unos 7.000 litros, y algunas de ellas llegan a contener más de 35 metros cúbicos, lo que equivale a 35.000 litros de líquido. Una pileta de material puede llegar a tomar de la red unos 90.000 litros con agua corriente. El riego artificial, las canillas abiertas sin control y las pérdidas en algunos sectores de la red que reclaman mantenimiento o recambio desde hace años también resta.
Cuando se decida la instalación de equipos domiciliarios cada uno rondaría los $ 150 y el costo para el usuario por cada 1.000 litros sería de 0,50 centavos. Hoy en las localidades del interior del partido están pagando. En Gobernador Castro el sistema se divide en dos tarifas básicas: Hasta 7 metros cúbicos ó 7.000 litros: $ 5,35.-
-De 8.000 a 15.000 litros $ 8,40. A partir de esta última tarifa, se cobran $ 0,82 cada 1.000 litros de excedente.
En Santa Lucía, hasta 5.000 litros se cobran $ 10,26; 5.000 a 10.0000 pagan $ 11,47 y hasta 15.000 $ 14,62. Después de los 15.000 litros se agregan 0.79 cada mil litros.
En Río Tala no pagan tarifa hasta los 6.000 litros y desde allí en adelante abonan $ 6,35 hasta 11 mil litros, de 10 a 15 mil $ 9.75.
San Pedro se asiste con 20 pozos que trabajan las 24 horas y producen unos 26.400 metros cúbicos. El promedio de producción de cada pozo mencionado es de 50 metros cúbicos por hora (50 mil litros). En verano, de las 20 bombas, 9 se destinan al llenado de piscinas de particulares, lo que significa que se demandan unos 10 mil metros cúbicos. Los cálculos por población indican que San Pedro se debería abastecer sin problemas con sólo 10 bombas funcionando correctamente, por lo que se considera que las 10 perforaciones restantes se destinan al excedente. En 2005 se aumentó la producción de agua en 1.2 millones y hay un déficit de 10 millones de litros.