La vida de Silvio Espíndola, el insistente recolector de residuos que batió su récord en los 21K de Buenos Aires
El sampedrino de 36 años que desde hace una década vive en Berisso deslumbró el domingo en la tradicional media maratón de Capital Federal donde llegó 33º con un tiempo de 1 hora 9 minutos 44 segundos que significó su marca personal aunque no quedó conforme porque entrenó para completar el trayecto más rápido. Multicampeón en los Juegos Bonaerenses, partió a La Plata a vender fruta y durante varios meses visitó la empresa Esur para desempeñarse como basurero y entrenar al mismo tiempo.
Los 21K de Buenos Aires es una de las pruebas atléticas más importantes de Argentina y en su edición del domingo participaron alrededor de 20 mil corredores de todo el mundo, entre ellos prestigiosos deportistas con influencia en certámenes internacionales de alto calibre. Para muchos de los sampedrinos que suelen inscribirse, llegar es el anhelo y, para unos pocos, es ubicarse entre los mejores, objetivo que logró Silvio Espíndola porque largó como elite (profesional) y clasificó 33º en la general y cuarto en la división 35-39 años con un tiempo de 1 hora 9 minutos 44 segundos, récord personal.
"Es mi mejor marca pero esperaba correr mejor. Entrené seis meses para llegar en 1 hora 8 minutos 30 segundos. Después del kilómetro 19 se hizo difícil, como en todas las carreras largas, pero seguí por orgullo y manteniendo el ritmo. Por eso, me volví desilusionado", admitió a La Opinión el atleta de 36 años que por primera vez afronto la media maratón por las calles de Capital Federal y no regresó a San Pedro sino a Berisso, localidad de La Plata en la que habita hace una década con su pareja y sus tres hijos y en la que tiene un almacén familiar.
Espíndola se fue de su ciudad natal por trabajo y empezó vendiendo fruta. Sin embargo, su anhelo era ser empleado de la empresa Esur que tiene a cargo el servicio de recolección de residuos en la capital de Buenos Aires y durante alrededor de dos años fue a la puerta de la firma a las 7.45, antes de que comience la jornada laboral, a buscar su oportunidad. "Hace cinco años hablé con el gerente, toqué la puerta que tenía que tocar, y me tomaron", explicó el recolector de residuos que utiliza los kilómetros que corre juntando basura para entrenar además de hacerlo en una pista con un preparador al menos tres veces por semana.
Silvio es atleta desde pequeño y fue multicampeón con la bandera de San Pedro en Juegos Bonaerenses porque entre 1995 y 1998 consiguió en pruebas de 2000 a 4000 metros tres medallas de oro, una de plata y otra de bronce. "Andaba bien en distancias cortas. Después dejé correr por 17 años hasta que me incentivaron a volver y desde los 33 estoy de vuelta", contó y adjudicó la responsabilidad de su regreso a Walter Valera, otro atleta local que, como él, se hizo conocido porque recolectaba residuos para Ashira y competía en pruebas pedestres.
En su vuelta a la actividad, el sampedrino cosechó grandes resultados, sobre todo en 2018 cuando fue segundo en el Nacional de Pista en los 1500 y 5 mil metros y, en la media maratón de New Balance en Rosario consiguió el tiempo para largar como profesional en la de Buenos Aires. A sus 36 años, Espíndola, que volvió a correr para "disfrutar los domingos en familia", tiene muchos objetivos por cumplir y récords personales que quebrar porque, a pesar de que descolló en las calles de Capital Federal, no se conforma y apunta a volar alto.