El operativo de nocturnidad dispuesto por el Intendente junto a Inspección y la Policía, tuvo una nueva prueba el pasado fin de semana. La guardia de Barbieri, tuvo lugar en la madrugada del Domingo, donde nuevamente la escasa participación de padres quedó en evidencia. El servicio de transporte público fue suspendido por falta de interesados en su utilización.
Las cuadrillas ocuparon diez móviles y en el operativo de alcoholemia se registró el caso de un joven de 20 años, que reconoció de manera inmediata su estado de ebriedad entregando las llaves de su vehículo a los inspectores “sin chistar”. El Viernes fue secuestrado un vehículo conducido por un menor alcoholizado.
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