Siete meses de cuarentena: Mientras los médicos enfrentan al coronavirus, sampedrinos se debaten entre abrir o restringir actividades
Desde el 20 de marzo se registraron 1.410 contagiados confirmados por hisopado de los cuales 1181 se recuperaron, 43 fallecieron y 186 están activos, número que en la última semana tuvo un leve descenso como también la cantidad de muestras enviadas a analizar. Con el partido en Fase 4 pero cada vez más rubros habilitados, la sociedad se divide entre quienes pretenden que se habilite todo porque necesitan trabajar y los que piden un aislamiento estricto para frenar la pandemia y ayudar a los profesionales de la salud además de impedir que el sistema colapse.
214 días hace que Alberto Fernández se "paró" frente a los argentinos aquel histórico 20 de marzo de 2020 y anunció el inicio de una cuarentena ante la inminente llegada del coronavirus que, tras iniciar su recorrido en China, estaba haciendo estragos en Europa. Lo que ningún ciudadano pensó era que siete meses después, el 20 de octubre, la disposición iba a continuar, aunque sin parecerse en nada a lo que fue en sus primeras semanas.
En ese tiempo, hubo que aprender hábitos y adoptar costumbres poco usuales como el uso de barbijo y alcohol en gel. También entender en que consiste el virus y a quienes, si se contagian, afecta en mayor y menor medida teniendo en cuenta que hay organismos asintomáticos y otros a los que les costó la vida.
En San Pedro, se registraron 1410 contagiados confirmados por hisopado de los cuales 1181 se recuperaron, 43 fallecieron y 186 están activos, número que en la última semana tuvo un leve descenso como también la cantidad de muestras enviadas a analizar. El primer infectado se registró a mediados de mayo y fue toda una novedad. Incluso, ante la no llegada del virus, muchos rubros se animaron a pedir a la Municipalidad que los habiliten pero la sucesión de contagios apagó la ilusión de volver en ese momento a la "nueva normalidad".
Siete meses después, con el partido en Fase 4 del esquema que diagramó la Provincia de Buenos Aires pero cada vez más rubros habilitados, el debate social se divide entre quienes pregonan la apertura de todos los rubros y la necesidad de convivir con el virus porque tienen que trabajar para obtener ingresos y los que piden un aislamiento estricto para frenar la pandemia y ayudar a los profesionales de la salud además de impedir que el sistema colapse.
En el Hospital, Clínica San Pedro y Sanatorio Coopser los profesionales de la salud y camas de internación y terapia intensiva no sobran pero, hasta el momento, con ayuda de Región Sanitaria IV el sistema resiste. Los médicos, avalados en el Círculo Médico, solicitaron en comunicados y reuniones con el Gobierno local la restricción de actividades para garantizar la atención a todos los sampedrinos, sobre todo los considerados de riesgo. Sin embargo, el municipio apeló y lo sigue haciendo a la responsabilidad social que en gran parte le dio la espalda y tiene como política avanzar hacia adelante al compás de lo que Provincia de Buenos Aires permite.
Cuando la cuarentena devenida en aislamiento y distanciamiento pase, algunos serán aplaudidos y otros no tanto. Con el tiempo, los enojos quedarán de lado y cada cual será consciente del lugar que ocupó en un lapso histórico de la línea de tiempo en el que muchas familias perdieron seres queridos y es, en definitiva, la derrota que más corrompe.