Si vendemos agua potable nos hacemos ricos
La falta de suministro y presión de agua potable en San Pedro se acentúa con el aumento de las temperaturas y la sequía. Pese a que se instalan nuevos pozos, el consumo per cápita permite afirmar que si toda la ciudad envasara lo que consume en botellitas para exportar a la comunidad europea, el Municipio sería millonario. Resulta más que vergonzoso dilapidar 761.400.000 litros de agua por mes en una ciudad de menos de 50.000 habitantes.
Durante el fin de semana pasado, fueron varias las consultas sobre la baja presión de agua en diferentes sectores de la ciudad. La primera conjetura fue que nuevamente se habría roto alguno de los caños maestros que distribuyen el agua a los barrios; pero no fue eso, sino el gran consumo que se registró durante el fin de semana.
La ciudad de San Pedro, cuenta en la actualidad con veintidós pozos de agua ubicados en diferentes sectores de radio urbano. Las bombas extractoras tienen una potencia de entre 20 y 40 caballos de fuerza y arrojan un rendimiento del 75%. Estos datos técnicos, son de gran importancia, cada vez que alguien se pregunta ¿Por qué no sale agua?. Lo cierto es que aunque las potencias sean pequeñas, son suficientes como para abastecer una ciudad como la nuestra.
Si hablamos de consumos, estos pozos logran un rendimiento total de un caudal de entre 50.000 y 100.000 litros por hora, aunque en realidad estén brindando entre 37.500 y 75.000 litros por hora, o sea (para ser más precisos) 1.057.500 litros por hora en toda la ciudad.
Significaría ni más ni menos que 2.115.000 botellitas de medio litro de agua mineral distribuidas por la ciudad en cada día. ¿No será mucho?
Primera alternativa
El Director de Obras, Ingeniero Hugo Días, dialogó con La Opinión Semanario sobre este tema y manifestó que siguen cada vez más preocupados por el alto consumo. Es por esto que se están pensando pasos a seguir para tratar de aplacar esta situación, aunque el problema esté en la conducta de la gente.
La primera medida que el área tomó, es la construcción del pozo número 23. El mismo se emplazará en la zona de Chivilcoy y Ruta 1001, con el objetivo de beneficiar a los vecinos del barrio Los Aromos y aledaños. El área, ya posee para esta tarea, la bomba y los caños necesarios. Es por esto que luego que la Coopser lleve la potencia necesaria al lugar, se comenzarán los trabajos que esperan terminar antes del mes de Diciembre. Igualmente, el Ingeniero Días ya anunció: “El pozo 23, no va a ser la solución”.
Los medidores
La implementación del sistema medido de agua, tampoco es la solución para el inconveniente que atraviesa la ciudad, pero sí una buena forma de tratar de controlar y además de recaudar para mantener las cuentas que generan los altos consumos. En la actualidad, son cincuenta los medidores que están instalados y funcionando, y antes de fin de mes serán sesenta. A través de estos, comenzarán a emitirse las primeras boletas de consumo que llegarán a los grandes consumidores en el mes de Enero.
Los hoteles y clubes son los que más agua gastan, especialmente los fines de semana. Pero si se toman datos de la realidad, se puede decir que los 46 medidores que se encontraban instalados en el mes de Agosto registraron un consumo de 9.500.000 litros por mes, mientras que en el mes de Octubre, se registró un consumo de 12.300.000 Litros para la misma cantidad de consumidores y en el mismo plazo de tiempo.
Riego indiscriminado
Estos datos, constituyen un grave riesgo para nuestra ciudad. Pero no mucho mejor es el estado del Partido de San Pedro. Si bien el sistema ya es medido en las localidades y está bastante controlado el consumo, el grave problema se da en los campos en producción. Aunque no son todos los casos, una gran parte registran altísimos consumos o lo que es peor, la perforación de pozos propios.
Es por esto, que la Secretaría de Producción y Turismo mantuvo, hace pocos días, un encuentro con productores de la zona y representantes de A.D.A. (Autoridad del Agua). Allí, se solicitó a los ruralistas identificar los campos que realizan estas “avivadas”, petición que no se pudo concretar.
El principal problema para que el organismo provincial comience a trabajar en este aspecto, se da en que el ARBA (Rentas) no le permite sacar fotos satelitales al ADA, por lo que no se puede intimar a alguien que no se identifica. En este sentido, ya se han cursado las notas pertinentes al área que dirige Santiago Montoya.
Números descabellados
Los números no mienten y las matemáticas son exactas. O sea, haciendo algunas cuentas se podrá ver que por día se estima un uso de poco más de 25 millones de litros. Es decir que si en el sector urbano de San Pedro calculamos unos 53.000 habitantes, se consumen 478 litros por día, por persona o bien 278 litros más de lo que establece la Organización Mundial de la Salud.
Algunos de los costos por el mal uso del agua, son irrisorios. La colocación del nuevo pozo, entre mano de obra y materiales le cuesta a la comuna casi $ 100.000. Ni hablar de lo que se gasta por mes de electricidad para mantener los 22 actuales pozos. El número es increíble, entre 65 y 70 mil pesos, a lo que hay que sumarle el cloro, la reparación, el mantenimiento, etc.
Sin embargo uno de los números más impresionantes, es el que da como resultado de calcular el uso mensual de agua, que es de 761.400.000 litros.
Si esa agua se envasara para la venta en kioscos, en botellas de medio litro, como la Villavicencio, que cuesta en la actualidad $ 1, 90 significaría algo así como: $ 2.893.320.000. Convendría empezar a vender el agua a Europa y ser el municipio más rico del planeta.
Recomendaciones
Uno de los más graves errores que se cometen en los barrios es el riego de veredas y calles, incluso en las que están pavimentadas. Es por esto que lo aconsejable es primeramente tener todas las canillas y cañerías sin pérdidas y cerradas durante la noche (horario en el que sube el agua a los tanques). Por otra parte, tratar de ser lo más racional posible, evitando utilizar el agua en demasía. En caso de poseer piletas, tratar de no cambiar el agua muy seguido y por último, en caso extremo de tener que realizar algunas de las actividades ya nombradas, no hacerlo en los horarios pico.