Si no vendía mercadería se descargaba insultando
La policía detuvo a un hombre que ofrecía afiches casa por casa, pero que ante la negativa de los vecinos se deshacía en insultos y amenazas. Se trataba de una persona que había escapado de un establecimiento mental de Marcos Paz.
Una situación particular tuvo que resolver la policía el domingo pasado, tras detectarse la presencia de un vendedor ambulante que insultaba y había intentado agredir a varias personas que se negaron a comprarle su mercadería.
Una patrulla policial fue avisada de lo que ocurría cuando alrededor de las 7 de la tarde, circulaba en la zona céntrica. Un hombre a bordo de una bicicleta, les comentó a los efectivos que había visto al sujeto empujando en forma violenta a una anciana que en la puerta de su domicilio, se había negado a comprar unos afiches que esta persona vendía.
El mismo testigo, relató que el vendedor también había insultado a otras personas que caminaban en ese momento por la zona y que también se negaron a comprarle.
Según lo que pudo describir el hombre, los policías comenzaron un rastrillaje y descubrieron al violento vendedor cuando transitaba por Mitre y la Av. 3 de Febrero, por lo que lo trasladaron a la Comisaría.
Allí constataron que esta persona, de 43 años y oriundo de Escobar, se había fugado de un establecimiento psiquiátrico de la localidad de Marcos Paz, y por eso pesaba sobre él un pedido de captura del año 2000.
Sin embargo, en nuevas comunicaciones la policía logró determinar que en realidad, el hombre había sido dado de alta por el equipo de médicos y psicólogos de esa institución, pero habían olvidado dar de baja su condición por lo que figuraba como fugado. Por este motivo, sólo se pudo labrar una contravención por efectuar venta ambulante sin el correspondiente permiso, pero se lo dejó en libertad porque además, nunca se pudo determinar la identidad de las víctimas y nadie se acercó a la Comisaría para denunciarlo.
Según explicaron fuentes policiales, la mercadería que poseía esta persona eran afiches que mostraban mujeres en ropa interior, con motivos de equipos de fútbol, y aunque su aspecto parecía normal se mostraba continuamente violento al tratar con la gente tanto como con el personal policial, lo que podría poner en duda si se encontraba en condiciones de deambular solo y lejos de su ciudad de origen.