“Si firman eso tengo más poder que Dios”, dijo Rubén Nadal
Pese a negar haber solicitado un poder especial con amplias facultades para obrar en nombre de una mutual, Rubén Nadal quedó en una incómoda situación frente a quienes por ser desocupados, confiaron en sus buenas relaciones con el Municipio. Además de la concesión del Estacionamiento Medido, ahora se ha anunciado que prestarán servicios en dos casillas de información turística. Un espectáculo de catch, puso al desnudo una situación que ahora merece mayor atención por parte de quienes realmente desean abandonar la asistencia del Plan Jefas y Jefes de Hogar.
La historia cuenta ya con decenas de capítulos. Los Planes Jefas y Jefas de Hogar desocupados, no tienen la brújula que hace falta para insertarse definitivamente en el mundo laboral. Así, suelen ser blanco para la manipulación política y en el mejor de los casos, trabajadores a destajo sin aportes ni obra social.
No existe, hasta el momento, un plan elaborado para la inclusión de quienes desde el 2002, perciben el beneficio de los 150 pesos mensuales, sin realizar contraprestación alguna, salvo honrosas excepciones.
Los ejemplos abundan. Desde las máquinas de coser del Tercer Sector a los múltiples subsidios recibidos por Verde Esperanza, pocas son las experiencias que han resultado exitosas, si se toma en cuenta que el dinero sale de las arcas públicas.
El caso que hoy convoca a funcionarios del Municipio y a los Concejales que aprobaron la Ordenanza del Estacionamiento Medido, tiene ya ribetes escandalosos.
Desde hace meses, un grupo de hombres y mujeres que perciben el plan Jefes, comenzaron a trabajar para formar una mutual que les permitiese prestar servicios, tras la promesa que el Intendente Barbieri, formuló a su aliado justicialista en la última campaña electoral, Rubén Nadal.
Nadal es conocido por su trabajo dentro del peronismo, presentándose en diversas oportunidades como alternativa interna en su partido y cobró mayor relevancia tras el acuerdo realizado con Mario Barbieri, en la última campaña electoral. Hoy es empleado municipal y ya ha pasado por distintos lugares de la administración. Tal vez, el puesto más recordado sea el que ocupó en el Hospital como coordinador de alrededor de un centenar de Planes Jefas y Jefes, que debían desempeñar tareas en ese lugar.
La experiencia, según cuentan fuentes inobjetables del nosocomio, fue nefasta. Las autoridades se vieron obligadas a aceptar la presencia de Nadal por los compromisos asumidos pero “no sabíamos cómo sacarlo de encima”, dijo un alto directivo al ser consultado por este medio.
De su paso por el Hospital, han quedado varios recuerdos, sumamente ingratos para quienes desempeñan tareas esforzadamente dentro de la institución y soportaron el accionar de los “supuestos trabajadores que figuraban y casi nunca iban a cumplir tareas”.
Tiempo después “Mario no sabía qué hacer y le dijo que armara algo por fuera del Municipio”, relató un funcionario con llegada directa al Intendente. Allí surgió la idea de la Mutual para el Estacionamiento Medido.
La noticia, ganó la tapa de La Opinión, mucho antes de que la iniciativa se pusiera en marcha.
Como en otras oportunidades, frente a la exposición pública, el Intendente “puso paños fríos” y esperó.
Fue el Concejo Deliberante el sitio adecuado para la aprobación de una iniciativa que ya venía con uniformes comprados “para las chicas”, impresión de tarjetas “para cobrar el estacionamiento” y otros detalles que dejaban entrever, que fuera cual fuera la decisión, Nadal tendría a su cargo la prestación del servicio.
La única precaución tomada por los bloques opositores en el recinto del Concejo fue no aprobar el artículo que repartía los porcentajes en un 70% para el prestador del servicio y sólo el 30% para el Municipio.
Claro que, en los papeles, el nombre de la mutual jamás apareció ya que el proyecto había sido elaborado a su medida.
Más poder que Dios
Las relaciones en la Mutual, fueron transitando por distintas etapas. En principio, se seleccionó a la joven Cecilia Fontana, como Presidenta y al resto de la Comisión que, coordinada por Rubén Nadal, comenzaría los trámites para su inscripción en el registro de Personas Jurídicas. Todos los integrantes, llevaban como requisito la percepción del Plan Jefes y Jefas de Hogar.
Nadal, adujo que su íntima relación con el poder municipal, les aseguraba no sólo la prestación del servicio de estacionamiento medido, sino la realización de otras actividades, entre las cuales se encuentra la programada para el pasado domingo en Independencia FC, donde se presentaría un espectáculo de catch que finalmente fue suspendido luego de la repercusión pública que se produjo en La Radio, tras la confirmación de un acuerdo entre el Secretario de Turismo y Producción, Norberto “Cachi” Atrip, para que la misma Mutual se hiciese cargo de dos casillas de información turística.
Atrip, se presentó espontáneamente en la emisora, para solicitar una grabación de una nota realizada con la ex coordinadora de Turismo, Marisa Corvalán. Según dijo al personal que lo recibió quería “saber lo que dijo, porque me llamaron amigos para contarme cosas que no son ciertas”. La Radio, accedió de inmediato al pedido y le ofreció su micrófono para que el funcionario pudiera explayarse y fue en esa entrevista en la que no solo ratificó que tomaría su período de vacaciones en plena temporada, sino que además terminaba de cerrar un acuerdo con la Mutual de Nadal para que se haga cargo de dos casillas de información turística.
Fue tanto el estupor que causó esa afirmación, al considerarse que mucha gente con gran experiencia turística no tiene las mismas oportunidades que esta Mutual.
El Secretario se mantuvo en sus consideraciones, afirmando que “estos vecinos desocupados merecen una oportunidad”.
De inmediato, el propio Nadal confirmó que, efectivamente se harían cargo de la propuesta y se manifestó apto para tamaña responsabilidad. Sólo cometió un pequeño desliz… Invitó a los sampedrinos a participar del citado espectáculo de catch en Independencia, sin pensar en la reacción que esos dichos le acarrearían.
En pocos minutos y munidas de la Escritura Número Trescientos Cuarenta y Siete, de una acreditada escribanía, llegaron las autoridades de la Mutual, a desmentir su responsabilidad en la venta de entradas para ese espectáculo y a anunciar que el dinero de las entradas sería devuelto a sus adquirentes.
“Si se hubiese firmado, tendría más poder que Dios”, dijo Nadal, con respecto al poder que ya en manos de los periodistas de La Radio, habilitaba a su titular a representar a la Mutual en todo tipo de transacciones.
El Silencio no es salud
En menos de lo que canta un gallo, las confusiones comenzaron a cruzarse. Con la Mutual partida en dos y sus miembros enfrentados por el poder que milagrosamente se habían negado a firmar, empezó a reinar un profundo silencio. Nadie respondió a los llamados de La Opinión para dar nuevas explicaciones y como al principio, muchos esperan la palabra del Intendente para saber si podrán seguir adelante con el proyecto que puede sacarlos de la desocupación.
El poder que Nadal niega haber encargado a la Escribanía, tiene un número y un registro que pese a que hoy se intente desmentir, habla a las claras de cuántas cosas se pueden hacer al amparo de la “legalidad” que atropella siempre a los que menos posibilidades de defenderse tienen.
El contenido de estas facultades que se le conferían a Rubén Nadal, es indignante. Mediante un PODER GENERAL DE ADMINISTRACION Y DISPOSICION, la Asociación Mutual Unión de Esperanza extendía “a favor de Rubén Nadal, titular del Documento Nacional de Identidad 4.689.449, para que en su nombre y representación intervenga en sus negocios y asuntos de orden administrativo presentes y futuros, comerciales y judiciales cualquiera que fuera su naturaleza y la jurisdicción a que correspondan, con facultad expresa para…”.
Así empieza una larga descripción de facultades que Rubén Nadal podría utilizar en nombre de la Mutual, entre otras: “adquirir o disponer del dominio, condominio y/o nuda propiedad de toda clase de bienes inmuebles…”, “…concertar y suscribir los correspondientes precontratos o boletos de compraventa y escrituras públicas…”, “ …representar a la poderante en Asambleas Ordinarias y Extraordinarias…”.
Eso no es todo lo “legal” que de haberse firmado el poder, pudo haber hecho “el poderante” Nadal, ya que también quedaba facultado para tomar créditos, hipotecar, administrar bienes muebles e inmuebles, “gestionar ante las autoridades provinciales o municipales y sus dependencias y reparticiones en general, ante la administración pública, Ministerios, Legislaturas, Municipalidades, Aduanas, Correos, Obras Sanitarias de la Nación, Dirección de Rentas o Recaudaciones Fiscales, Dirección General Impositiva…” y “cobrar y percibir créditos de toda clase, alquileres o arrendamientos…” además de “conferir poderes generales o especiales y revocar tanto estos mandatos como los preexistentes…”
En fin, la historia escribe un nuevo capítulo de silencio. La renuncia que la Presidenta Cecilia Fontana presentó no hace más que dejar en estado de mayor vulnerabilidad a aquellos que aún conforman la Mutual y ni siquiera presumen que la amplitud del poder que se intentaba obtener, podría dejarlos en situaciones aún peores que a las que fueron sometidos en épocas de crisis.
Tal vez, todo este silencio, obedezca a una estrategia para poder continuar “disfrazando de legales” los negocios con el poder, sea este del Municipio o de cualquier otra índole.
No se puede seguir diciendo que “en nombre de los excluídos” se hace la buena obra de “generar fuentes de trabajo”. La transparencia se logra en concursos públicos y licitaciones abiertas para la prestación de servicios a cualquier ente de índole estatal.
Ni Nadal, ni Atrip, le han hecho un gran favor al Intendente Barbieri, salvo que todo esto sea como alguna vez dijo la oposición “bajo su amplio consentimiento”.
Quienes intenten hacer uso partidario de una cuestión tan delicada, seguramente percibirán el castigo en las urnas… o, no.