Sentido adiós a Leonardo Mórtola
El docente y caricaturista fue hallado sin vida en su vivienda. Tenía 66 años. Profesor en secundaria, columnista de programas de radio y TV, dibujante y humorista, fue recordado especialmente por el Círculo de Periodistas Deportivos.
El sábado falleció el reconocido docente y caricaturista Leonardo Mórtola, a los 66 años. Fue hallado sin vida en su casa de calle Oliveira Cézar, donde vecinos ingresaron por una ventana luego de que no respondiera a llamados telefónicos ni el timbre.
La llave estaba puesta del lado de adentro, pero Mórtola no respondía. Por eso decidieron ingresar por una ventana. El vecino que entró, se encontró con su cuerpo sin vida tendido en un pasillo y dio aviso a la Policía, que constató que el fallecimiento se produjo por un paro cardiorrespiratorio y causas naturales.
El nombre de Leonardo Mórtola está asociado a múltiples actividades y sus últimas publicaciones como caricaturistas fueron en La Opinión, donde mantuvo hasta junio del año pasado una tira humorística semanal.
Como docente, se desempeñaba en escuelas secundarias y le tocó dar clases tanto en San Pedro como en las localidades. En Santa Lucía, por ejemplo, ejerció durante muchos años.
Estrechamente ligado al ambiente del deporte, fue columnista de programas como Tablero Deportivo en APA y en programas de la televisión local, incluido el noticiero. También le dio forma a “Kilómetro 170”, una emisión televisiva en la que reportaba noticias del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
La historieta “Don Hilario”, publicada en El Imparcial, fue su sello durante años y sus incursiones con caricaturas en varios medios de comunicación dejaron huella y marcaron su reconocimiento entre los sampedrinos.
En diciembre de 2008 fue uno de los promotores junto a exalumnos de la escuela Normal de una gigantesca campaña organizada por el equipo periodístico de Sin Galera y la cooperadora del establecimiento. Le tocó la tarea de recuperar “la copa de las intertribus”, una competencia que se organizaba entre alumnos que se dividían para disputar todas las disciplinas deportivas entre Onas y Comanches. Leonardo portó en ese atardecer el trofeo y la antorcha frente a los exalumnos y profesores de la época.
En los últimos tiempos, la soledad era su única compañera y en más de una oportunidad se comunicaba para volver a buscar alguna oportunidad de participar con sus caricaturas.
En el barrio donde alquilaba desde hace muchísimos años, los vecinos lo recordaron como un amigo que, siempre amable, tenía muy buena relación con todo el vecindario. “Estaba un poco enfermo últimamente, no andaba muy bien. Era un muy buen muchacho”, señaló a La Opinión una vecina de avanzada edad.
El Círculo de Periodistas Deportivos, del que era miembro activo, lo recordó como un “ferviente colaborador”.