Sentencian al joven que cultivaba marihuana
Entre el lunes y el martes, 17 testigos declararon en el recinto municipal durante el desarrollo del Juicio Oral y Público contra José Javier Ojeda. El joven albañil detenido en Septiembre del año pasado, está acusado de comercializar marihuana. En su casa se habían secuestrado durante el 2004, plantas y semillas de Canabis.
Hoy culminará el Juicio Oral y Público contra José Javier Ojeda, un albañil de 32 años que fue detenido el año pasado tras ser investigado por presunta comercialización de estupefacientes.
El debate comenzó este lunes, pero más tarde de lo que había previsto el Tribunal Federal Nº 2 de Rosario. Se preveía comenzar al mediodía pero recién pasadas las 16 horas pudo declarar el primer testigo.
Los jueces Omar Digerónimo, Beatriz Caballero de Barabani y Jorge Venegas Echagüe llegaron a la ciudad y se alojaron en el Hotel Natural. Los acompañan la Secretaria, Dra. Marcela Vázquez, el fiscal Dr. Miguel Rodríguez Vallejo y la defensora oficial, la Dra. Matilde Marina Bruera.
Aunque en principio se especulaba con que el debate podría extenderse hasta mañana jueves, al cierre de esta edición las autoridades judiciales confirmaban que en la jornada de ayer martes terminarían de escuchar las declaraciones de los testigos –en total fueron 17- y hoy llegará el tramo final. Durante la mañana, las partes presentarán sus alegatos y luego de un cuarto intermedio, los jueces decidirán el destino de este joven que hasta ahora permanecía alojado en la cárcel de Marcos Paz.
Una primera jornada confusa
La presentación de los primeros testigos en el marco de la causa en la que está imputado Ojeda, resultó al menos llamativa.
En la tarde del lunes, sólo declararon las primeras tres personas que habían sido convocadas para prestar su testimonio pero fue escasa la información que pudieron aportar.
El primero de ellos, un joven de 25 años, adujo sufrir una enfermedad que le provocó una importante pérdida de su memoria por lo que no pudo certificar casi ninguna de las pruebas testimoniales. Ni siquiera pudo reconocer su firma en las actas correspondientes que habrían sido labradas durante el primer operativo realizado por la policía en el domicilio de Ojeda, en Mayo de 2004.
El hincapié que hicieron los testigos de ese primer operativo, que dio pie a una posterior investigación de la policía, es que en esa oportunidad el allanamiento tenía como objetivo buscar elementos robados. Esta búsqueda dio resultado negativo, pero en cambio los agentes hallaron enormes plantas de marihuana en el patio trasero de la vivienda de Ojeda, sita en Colón 1920. También se encontraron libros y semillas de la misma especie.
Otro de los testigos dijo desempeñarse actualmente como empleado del servicio penitenciario en San Nicolás. Cuando fue convocado como testigo, trabajaba como mensajero de una casa de comidas. Su testimonio tampoco fue demasiado preciso. Aseguró no recordar haber leído ningún acta y que cuando llegaron los agentes tuvieron que llamar a un cerrajero porque el dueño de casa no estaba. Cuando finalmente Ojeda llegó, le dijo a la policía sin preámbulos: “antes de robar, prefiero fumarme un porro”.
Lo más llamativo del caso, es que los testigos aseguraron no recordarse entre unos y otros. La tercera persona que declaró, caminaba por esa calle cuando la policía la detuvo.
Aportó como recuerdo confuso, que el acta de procedimiento había sido leída por el personal policial al mismo tiempo que era escrita a mano, porque la máquina de escribir que habían llevado al lugar no funcionaba.