Seguimos igual que entonces
Los almirantes Inglefield (inglés) y Lainé (francés) seguramente deliberaban algo extrañados por la presencia, en ese recodo del Río Paraná de 700 metros de ancho, de 24 lanchones enganchados por tres gruesas cadenas y un bergantín que las custodiaba, amén de varios lanchones adelante de esa “formación” cuyo contenido no podían precisar y que intentaban detener el avance de sus escuadras por ese estuario. Los lanchones que estaban delante portaban elementos incendiarios para visualizar a los buques en el supuesto que intentaran pasar el río por la noche. Era el 19 de noviembre de 1845 y las dos escuadras tenían orden estricta de subir el río hasta Paraguay e imponer el colonialismo a toda costa!!!
El 20 de noviembre, a las 09 de la mañana aproximadamente, comenzó el ataque de las dos mayores potencias del mundo. En la costa, Lucio Mansilla hizo cantar el Himno Nacional, arengó a su hombres, repasó a sus cuatro baterías, y se dispuso a la batalla, con soldados del Regimiento de Patricios, de San Nicolás y milicianos sampedrinos, baraderenses y de Areco, acompañados por sus autoridades locales.
Duró varias horas hasta que la última batería comandada por Álvaro de Alsogaray agotara sus municiones y las fuerzas argentinas se retiraran, sin embargo luego siguieron hostigando a las potencias navales como en el telonero cerca de San Nicolás. Mansilla afectado por un cañonazo (se lo conocía como “el sordo de Obligado”) informó detenidamente a Rosas y continuó al frente de las dispersas fuerzas. En 1942 por Decreto del PEN este día fue declarado de la “Soberanía Nacional” y representa una síntesis del espectro político nacional: coexistían Facundo Quiroga y el mencionado Alsogaray.
Alguna vez Antonio Cafiero en un precioso discurso que hizo en San Pedro para esta fecha, y en el mejor estilo Toynbee, destacó esa característica de Obligado. No sentó escuela y veamos por qué.
Hoy a 164 años, se presumen varios homenajes distintos, alentados desde distintos grupos, demostrando otra vez un claro ejemplo de desunión nacional, de estar “con” o “contra”… La del poder económico que desea volver a ser apenas una colonia sojera sostenida por los Carrió y compañía y los que aún militamos en favor de la soberanía nacional. San Martín al donarle su sable a Rosas por la heroica defensa de Obligado, había tomado partido, pero los unitarios seguían apostando en favor de Inglaterra y Francia, incluido un tal Bartolomé Mitre que, según dicen, era informante o “agente secreto” de las tropas extranjeras…