Secuestraron 53 gramos de marihuana en tres operativos
Cuatro personas fueron demoradas en la Comisaría entre el viernes y el sábado, acusadas de supuesta tenencia y comercialización de estupefacientes. La División de Drogas Ilícitas de San Nicolás, la misma que confundió éxtasis con estano en el denominado Caso Vendetta, estuvo a cargo de tres operativos que se hicieron en tres viviendas. En Alvear 160, Caroni 830 y en el Camino a Vuelta de Obligado. Secuestraron diversos elementos y un total de 53 gramos de marihuana. Uno de los detenidos fue condenado en el 2005 a cuatro años de prisión por vender “porros” al por menor.
La división de la policía que está abocada a la investigación de la venta de estupefacientes en todo el distrito de San Nicolás, realizó el viernes una serie de allanamientos con resultados positivos.
El informe que ofreció la Comisaría indicaba el traslado de cuatro personas, todas mayores de edad y algunas con antecedentes relacionados con la comercialización de drogas. Los operativos se anunciaron, como siempre, “como consecuencia de una profunda investigación”. En la planta alta de una casa ubicada en Alvear 160, en pleno centro de la ciudad, el grupo policial secuestró porros semi combustionados, marquillas de papel engomado, dos “tuqueras” o boquillas de fabricación casera para fumar marihuana, pastillas de Rivotril y un celular en el que el habitante de esa misma casa recibía mensajes de texto relacionados con “pedidos” de estupefacientes.
Cuando la policía llegó, el sospechoso comenzó a arrojar estos elementos a los terrenos de las viviendas linderas, intentando deshacerse de ellas. De todas formas fue trasladado a la Comisaría y ahora está procesado en una causa por tenencia de estupefacientes. Aunque todas las fuentes policiales evitaron mencionar su nombre, sí confirmaron que este joven es el mismo que fue sentenciado a cuatro años de prisión en el año 2005 en un Juicio Oral y Público que se desarrolló en el Salón Dorado municipal. El Tribunal Criminal Nº 1 de Rosario lo juzgó entonces, por tenencia para comercialización de drogas porque se había hallado en la casa en la que vivía unos 80 gramos de marihuana.
Según se aclaró, el joven regresó a la ciudad después de cumplir condena pero siguió siendo objeto de investigación de la División Drogas Ilícitas de San Nicolás. Los otros operativos tuvieron lugar en Caroni 830, lugar de residencia de una pareja que fue igualmente conducida a la Comisaría.
Se secuestraron en ese domicilio, tres envoltorios con marihuana compactada y desmenuzada con un total de 33 gramos, dos porros, una maquinita picadora de esa sustancia, marquillas de papel y dos “tuqueras”. El último allanamiento se hizo en una propiedad situada sobre camino Lucio Mansilla en dirección a Vuelta de Obligado, donde se hallaron hojas de marihuana y una pistola calibre 32 marca Browning semi automática con proyectiles, $ 600 en efectivo y 105 dólares, además de un celular, una “tuquera”, 14 porros y 15 gramos de marihuana para armar cigarrillos. Un hombre mayor de 25 años fue también conducido y demorado en la Comisaría.
En total, entre los tres lugares se hallaron 53 gramos de marihuana, una cantidad que difícilmente se pueda considerar importante si se pretende hablar de comercialización de estas sustancias. Ni mucho menos, de desbaratar una verdadera red de venta y distribución de una droga que hoy en día está lamentablemente presente en cada rincón de la ciudad.
En uno de los juicios realizados en San Pedro, uno de los acusados manifestó sentirse agraviado por una “sociedad hipócrita”. Si el trabajo de la división ocupada exclusivamente del tema drogas se luce sólo deteniendo a quienes venden al por menor, seguramente la frase de este joven seguirá teniendo cabida. Es imposible olvidar que la misma división “antidroga” es la que, meses atrás, confundió un frasco de pastillas de un suplemento dietario llamado estano con píldoras de éxtasis. Por ese motivo, un joven estuvo 31 días detenido pero hasta el momento, ninguna autoridad policial ofreció mayores explicaciones.
Por otra parte, al menos en uno de los domicilios allanados, uno de los moradores alertó a este medio sobre la persecución que se ha desatado sobre su persona, dejando incluso documentación privada por “temor a que pase algo”. Hay que señalar, que en la mayor parte de los testimonios se señala a personal de seguridad como verdadero portador y vendedor de sustancias ilícitas y a las presiones que los consumidores reciben para ser parte de esta cadena que tiene a un “pez gordo” como protagonista.
Confusión de domicilio
La semana pasada, los vecinos de la calle Nuestra Sra. del Socorro al 1000 se mostraron alarmados y confundidos por un operativo policial que en principio nadie había reportado y que se suponía estaba relacionado con el tema drogas. “Primero pasaron automóviles que no eran patrullas pero llamaron la atención. Después llegaron los móviles con policía de acá y de la federal”, comentó una testigo. La sorpresa fue mayor porque los efectivos tocaron la puerta de un profesional que vive en esa zona. Pero todo se trató de una verdadera confusión. El Jefe Distrital Sergio Pérez reconoció que esto ocurrió el sábado 17 a la madrugada, pero que los policías tenían mal la dirección para realizar un allanamiento, y que tampoco fue por drogas sino consecuencia de la investigación de un robo. La cuestión es que este profesional quedó expuesto a un procedimiento en el que por equivocación de domicilio, el personal policial desplegó su operativo.