La historia de Sebastián Ramírez, de El Porvenir a la Selección Argentina U20
El volante de 18 años que actualmente milita en la reserva de Huracán se inició en el club afiliado a la Liga Deportiva Infantil (LDI) y a los 8, por recomendación de "dos hombres" a los que su papá, Sergio, nunca más les vio la cara, se probó en River Plate y quedó. Tras varios calendarios con interminables viajes de San Pedro a Capital Federal, se mudó a la novena del Globo donde saltó de sexta a segunda y se dio el lujo de entrenar con primera en varias oportunidades. Hoy, el joven practicó por primera vez en el predio que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) tiene en Ezeiza bajo las órdenes de Fernando Batista de cara a una gira por España.
Sebastián Ramírez fue descubierto un sábado cualquiera en un torneo de la Liga Deportiva Infantil (LDI) hace alrededor de diez años mientras vestía la camiseta de la categoría 2000 de El Porvenir en un encuentro contra Mitre. Ese día, "dos hombres" le dijeron a su papá, Sergio, que lo lleve "a probar a River" porque el chico de sólo 8 años tenía condiciones.
Aunque Sergio y su pareja, Alejandra, dudaron por la edad de su hijo, cuando Sebastián se enteró insistió para que lo llevaran. Lo curioso es que a esos "dos hombres" Sergio "nunca más" les vio la cara y puso manos a la obra para cumplirle el sueño al niño que empezó a vestir los colores amarillo y verde cuando solo tenía cuatro primaveras.
"Me dieron fecha en River para una prueba y lo llevé. Fue a dos y quedó. Estuvimos seis meses viajando tres veces por semana y los sábados para jugar", contó a La Opinión el empleado del Servicio Penitenciario Bonaerense que se desempeña en la cárcel de Campana sin pensar que varios calendarios después su descendiente llegaría a la Selección Argentina U20. Para ello, Sebastián recorrió un largo camino: a los 12 años pasó a la novena de Huracán y avanzó hasta sexta de donde saltó directamente a reserva, categoría en la que se desempeña hace alrededor de un año y medio y le permitió entrenar muchas veces con la primera que dirigía Gustavo Alfaro, hoy en Boca Juniors.
Entre medio, su familia que componen, además de Sergio y su mamá, Alejandra, su hermano Franco de 9 años quien también está dando sus primeros pasos en el fútbol; se mudó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para aminorar los costos de traslado y acompañar a Sebastián en su sueño de ser profesional, objetivo que ya cumplió a medias porque firmó contrato con la entidad del barrio porteño de Parque Patricios y con la marca de indumentaria deportiva Nike. Es decir, en su afán de dar el gran salto, a sus 18 años tiene respaldo económico.
El sampedrino entrenó hoy por primera vez en el predio Julio Grondona que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) tiene en Ezeiza con sus compañeros de la selección U20 de los cuáles muchos lograron el segundo puesto en el Sudamericano de la categoría que se realizó a principios de año en Chile y se clasificaron al Mundial que tendrá lugar en Polonia entre el 23 de mayo al 15 de junio y a los Juegos Panamericanos de Lima, Perú.
El plantel dirigido por Fernando Batista realizará entre el 18 y 24 de marzo una gira por España para disputar amistosos en Murcia como preparación para los dos grandes objetivos del 2019 en los que podría intervenir Ramírez, volante que, sin esperarlo, pasó a ser tenido en cuenta y luchará por un lugar en el equipo.