Se suman robos a los establecimientos educativos
El viernes se llevaron una computadora de la sede del CIE, ubicada en Alvear y 25 de Mayo en circunstancias muy extrañas. El domingo a la tarde, entraron a la Escuela Nº 47 del barrio San Miguel, aunque sólo para hacer desorden porque no robaron nada. La semana pasada, también habían ingresado a la Escuela Nº 4.
Los establecimientos educativos parecen no tener respiro y ser un blanco elegido no sólo para robar pertenencias sino simplemente para hacer daño. Esta tendencia lamentable, tiene explicaciones diversas porque por un lado en muchos casos los edificios son atacados simplemente por ser lugares vulnerables pero también algunos hechos arrojan sospechas sobre intencionalidades de otro tipo.
Los robos ocurridos durante el año pasado, y lo que va de éste, son ejemplos concretos que demostrarían ambas cosas. En la Escuela Industrial, por ejemplo, ingresaron en varias oportunidades y en circunstancias que nunca fueron esclarecidas, generando más dudas que certezas.
El viernes pasado, la responsable del Centro de Investigaciones Educativas ubicado en 25 de Mayo y Alvear, Graciela Costa, descubrió que le habían robado su computadora y la impresora nueva, pero no se encontraron accesos forzados por lo que se supone que los ladrones quizás pudieron ingresar por una ventana, o por la misma puerta de entrada lo que por supuesto genera sospechas poco gratas.
En este caso, la PC contenía información muy específica, relacionada con cursos de capacitación, pero de poco valor o interés para un particular. Tampoco en el CIE es el primer robo que se registra porque puntualmente Costa había registrado otras faltantes anteriores que se sumarían a este caso más grave.
El más reciente
El domingo a la tarde, la Escuela N° 47 que comenzó a funcionar este año en la ex Quinta de Piccagli y que todavía reclama materiales para ser acondicionada, fue blanco de otro robo. La directora del establecimiento denunció el hecho y la policía constató que habían roto las cerraduras de dos puertas pero en el interior no se registraron faltantes.
En este caso, lo que resulta más preocupante es que el edificio contaba con un sereno durante las noches que había sido contratado por la municipalidad justamente porque el edificio aún no tiene rejas ni alarma y se encuentra ubicado en un barrio conflictivo.
La promesa desde el municipio era mantener vigilancia hasta tanto poder contar con estas medidas de seguridad, pero el sereno fue retirado antes de su tarea.
Las pérdidas en este establecimiento serían menores porque no hubo faltantes, pero los responsables lo relacionan con una terrible realidad: que en esta escuela todo escasea, desde los útiles escolares hasta los comestibles para el comedor.
La semana pasada, en la Escuela N° 4 tuvo lugar un hecho muy parecido porque por enésima vez entraron al edificio y provocaron desorden, pero no robaron nada. La preocupación por estos ataques sigue creciendo, pero no en la misma proporción de la puesta a punto de medidas de seguridad para tratar de evitarlos. Algo que no debería demorar para que las pérdidas no las sigan sufriendo siempre los mismos.