La señalización de las calles sigue generando preocupación y descontento en quienes transitan a diario por la vía pública y observan que las medidas adoptadas no contemplan otras situaciones que van más allá de cualquier reglamentación y en realidad debería aplicarse el sentido común.

Hasta hace pocos días los vecinos y principalmente quienes concurren a los establecimientos educativos que funcionan sobre la calle Laprida, a metros de su intersección con Crucero General Belgrano, puntualmente la Escuela Primaria 27 y la Secundaria 17, utilizaban esa calle para ir y venir porque no existe otra alternativa para poder llegar al lugar, lo mismo para quienes trabajan en la zona o simplemente viven en los barrios que lo circunscriben, pero ahora no lo pueden hacer más.

Eso hace que en los momentos de ingreso y egreso a la escuela muchos vehículos se detengan sobre el lateral de la ruta y muchas personas decidan cruzar de a pie más allá de que se encuentre el puente peatonal.

Los vecinos se mostraron preocupados y fastidiosos porque sea como sea, para y o para venir, hay que tomar por Crucero General Belgrano y el riesgo para la familias es preocupante, principalmente porque muchos alumnos, como sus padres y vecinos lo hacen en moto o bicicleta.

Pero el inconveniente es aún mayor porque de no ser Laprida no hay más calles para utilizar como alternativas, los caminos más cercanos son la Ruta 1001, Caseros y como última alternativa Tres de Febrero.

Existe el puente peatonal y la bicisenda, las que fueron construidas después de un accidente fatal acontecido hace unos años atrás, pero lamentablemente no todos los utilizan.