Se recupera niña que se quemó la piel en un jardín maternal
Después de un mes de curaciones y tratamientos los padres de Antonia, la nena de dos años que sufrió quemaduras cuando estaba al cuidado de adultos responsables del establecimiento, decidieron hacer pública la situación para prevenir sobre riesgos y protocolos de emergencia en el programa Sin Galera.
Gregorio y Virginia son los padres de Antonia, la bebé de dos años que sufrió quemaduras producto de un descuido de su maestra en un jardín maternal de la ciudad. El sábado por la mañana relataron en el programa Sin Galera la situación que viven desde hace un mes tras el accidente que no fue reconocido por la entidad en la que depositaron la confianza para el cuidado de la niña.
La pareja, decidió publicar en redes sociales las fotos que prueban las severas lesiones que sufrió Antonia a consecuencia de las versiones que tanto los titulares del establecimiento privado difundió entre padres en las que atribuía responsabilidad a una menor "revoltosa" que "pateó una taza con agua caliente en el piso" y "se le irritó la piel".
Aunque hablaron de descripciones diferentes, los papás dieron a conocer detalles de lo sucedido luego de 30 días de tratamiento y recuperación junto a las fotos que acreditan las lesiones.
"9 de noviembre, ya pasó un mes. Tal vez por eso ya podemos (un poco) poner en palabras lo que nos pasó y nos pasa.
El día lunes 9 de octubre, alrededor de las 13:00 horas, dejamos a la menor de nuestras hijas en un jardín maternal de la zona al que asistía desde enero del corriente año.
Pasada una hora y algunos minutos de su ingreso a la institución, recibo un llamado: Antonia se había quemado con líquidos calientes. Más precisamente con un té hirviendo que su docente se había llevado al patio de arena para tomar mientras los niños disfrutaban esa hermosa tarde al aire libre.
Sin duda, no fue un acto intencional pero sí fue, al menos desde mi punto de vista, un acto totalmente NEGLIGENTE, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de una sala compuesta por niños y niñas de tan sólo dos años.
Con esto no buscamos estigmatizar a nadie, simplemente (y muy desde adentro de la educación) QUE NO SE VUELVA A REPETIR.
Antonia ya está mejor, y si bien queda un largo camino por recorrer en el tratamiento de sus heridas, sabemos que es una grosa y que esto sólo será un mal recuerdo acompañado de unas hermosas cicatrices que le recordarán lo valiente que fue en cada curación.
Ahora, como familia, como docente, como persona, te pido a vos, que trabajás con pibes, sin importar el cargo que ocupes: NO LOS EXPONGAS A PELIGROS INNECESARIOS.
Recordemos que los docentes debemos garantizar el deber de cuidado de los alumnos por encima del resto de las obligaciones (nos pagan por eso).
Las imágenes son para los que dijeron que no era nada", indicaba el mensaje dirigido a la comunidad.