Se recupera favorablemente en el Hospital el “Negro” Dukaert
José Dukaert, el pintor que fue apuñalado en el patio de su casa en la madrugada del domingo, se encuentra estable después de la cirugía que se le realizó porque la herida comprometió el bazo y otros órganos. La policía informó que la persona que lo atacó tiene antecedentes y lo habría hecho por motivos personales a pesar de que la familia aseguró que es un vecino que apenas conocían.
“Vivimos en una zona caliente”, habría dicho el “Negro” Dukaert sobre lo que le ocurrió el domingo a la madrugada en el patio de su propia casa, cuando un sujeto salió de la oscuridad y lo apuñaló sin mediar palabra.
Es que las agresiones parecen ser cosa de todos los días en el barrio donde vive, en cercanías del 2 de Abril. En las últimas dos semanas, personas sin antecedentes penales, reconocidas por ser excelentes trabajadores, fueron apuñaladas. La primera de ellas fue Cristian Peralta, un joven que se desempeña como cadete de un estudio jurídico y a la vez como “motoquero” de la rotisería Las Dos Esquinas, quien fue agredido por “Tito” Villarruel por error, como lo reconoció este último.
El segundo es Dukaert, un pintor que se dedica desde hace años a la profesión y que ha trabajado en innumerables hogares embelleciendo paredes, y cosechando amigos porque nadie se resiste a la simpatía de “El Negro” como lo conocen todos.
El último informe de la policía indicaba que el agresor, conocido como “Pillo” Cacho, es un vecino del mismo barrio que tendría un enfrentamiento personal con la familia de Dukaert y por eso lo atacó, aunque se desconoce si efectivamente era a él a quien quería herir. Cacho fue detenido el mismo domingo al mediodía, a metros de la casa de la víctima, en Sargento Selada al 600, entre Ayacucho y Saavedra.
Cacho estaba en ese momento comprando alimentos en el Autoservicio San Roque, ubicado frente a la vivienda de Dukaert. Pero se habría resistido a salir y la policía tuvo que lidiar con él para trasladarlo a la Comisaría, donde sigue alojado.
“Pasaba todos los días por acá”
La hermana de Dukaert, Marcela de Romero, explicó que a Cacho lo conocían porque es un vecino que vive muy cerca y porque “pasaba todos los días” por la calle, pero no tenían ninguna relación de amistad con él, ni existió ninguna situación de maltrato que pudiera haber desencadenado la agresión.
El lugar donde ocurrió el ataque, es un patio que comparten tres casas de la misma familia. En la primera, vive la madre de la víctima, luego continúa la vivienda del hermano de Dukaert que está actualmente detenido en San Nicolás y por eso sólo viven su cuñada y sobrinos. La última casa es la de la víctima.
Según relataron sus familiares, esa noche el “Negro” escuchó ladrar los perros y salió al patio. Una sombra salió de la oscuridad, lo atacó y se dio a la fuga rápidamente por un pasillo ubicado entre las viviendas que da a la calle Sargento Selada.
Eran aproximadamente las dos de la mañana, y como la cuñada no estaba en la casa donde dormían los chiquitos solos, el herido se dirigió por el mismo patio a la casa de su madre y le golpeó la puerta trasera para avisarle que lo habían herido. En su recorrido, no dejó ningún rastro de sangre porque colocó una mano sobre la herida para evitar que sangrara.
Los médicos del Hospital le dijeron en cuanto ingresó que por la profundidad de la herida había compromiso de los intestinos y el bazo. Decidieron operarlo inmediatamente, y después de una cirugía que demandó varias horas ingresó a la terapia intensiva. Pero su rápida recuperación permitió que pasado el mediodía se autorizara su traslado a la sala común de internación, donde la familia podía acompañarlo. Al correr la noticia de lo ocurrido, decenas de amigos y conocidos del “Negro” llegaron para visitarlo, alarmados y sorprendidos por el suceso. “A él jamás le falta trabajo. Le había terminado días atrás una obra a un vecino pero ya estaba pintando en otra casa. El es muy conocido y ha trabajado con todos los abogados y gente más conocida de San Pedro. Una persona muy querida por todos, por su trato pero sobre todo porque no tiene problemas con nadie”, dijeron sus allegados.
A los disparos y en bicicleta
Un joven de 21 años ingresó el lunes a la madrugada al Hospital con varias heridas ocasionadas por disparos de arma de fuego, tras un suceso ocurrido también en el barrio 2 de Abril. La policía le tomó declaración a la víctima, y ésta refirió que había sido agredido cuando se encontraba en la calle 21 Bis, entre Liniers y Facundo Quiroga, en el mismo estrecho pasaje que fue rodeado por la policía en un operativo espectacular hace unos cuatro años, durante la gestión del Subcomisario Guillermo Britos. El joven dijo que unos sujetos que pasaban en bicicleta le dispararon pero no los identificó. Las lesiones, consideradas leves, fueron provocadas por perdigones.