Se reabre el debate por los chicos, la nocturnidad y la delincuencia
Hay familias que reconocen que sus hijos son inmanejables, pero siguen sin encontrar respuesta sobre problemas graves como adicciones y salidas nocturnas. En Baradero intentan controlar el horario de los boliches y el consumo de alcohol. Además del trabajo del grupo Padres en Acción, esta noche en San Pedro comenzará a funcionar la denominada Escuela para Padres, un programa dispuesto por el Ministerio de Seguridad provincial.
El consumo de alcohol y drogas, la delincuencia, la deserción escolar, y la falta de un criterio definido dentro de la sociedad sobre el lugar que ocupan los adolescentes, sigue generando diversos debates y encuentros entre padres y autoridades, con resultados aún improbables en cuanto a la solución de estos problemas.
Como se ha dicho en innumerables oportunidades, más allá del diagnóstico por ahora no se han logrado establecer políticas o programas de acción que realmente produzcan un cambio en una realidad cada vez más compleja.
Mientras tanto, los chicos parecen gozar de libertades increíbles y muchos padres reconocen cansados que necesitan ayuda para enfrentarse a ellos, y lograr imponer su autoridad.
En ese contexto, siguen apareciendo algunas ideas. En Baradero, los concejales comenzaron a reunirse con los diferentes sectores ligados a la nocturnidad y entre otros proyectos, intentaron reducir el horario de los boliches. Una propuesta era que cerraran a las cuatro de la mañana pero la idea no prosperó porque se intentó consensuar con los propios jóvenes y con los propietarios de boliches, pero todos coincidieron en que el horario máximo debería ser el de las seis de la mañana.
Ahora, aguardan informes sociales de profesionales que dependen de la Subsecretaría de las Adicciones provincial, y esperan que lleguen también las famosas “pipetas” para realizar controles de alcoholemia durante los fines de semana. Ninguna de esas medidas son nuevas, y así los reconocen quienes están a cargo en la vecina ciudad. Recuerdan también que desde el 2001, se hicieron reuniones con los pares de varias ciudades de la zona como San Antonio de Areco, San Pedro, Exaltación de la Cruz, Capitán Sarmiento, y San Andrés de Giles para establecer un horario común de cierre para los locales nocturnos, pero tampoco nunca prosperó.
El denominador común también está dado por la falta de convocatoria. En Baradero, las variadas reuniones que se hicieron en Mayo contaron con escasa presencia de concurrentes. Los concejales primero se reunieron con padres pero no fueron más de sesenta, apenas tres empresarios se acercaron para dialogar sobre el tema y un grupo reducido de chicos se interesaron en hablar con los ediles. Ni siquiera las escuelas se presentaron a pesar de cursarse las invitaciones para que todas estuvieran representadas por sus docentes.
Los padres aprenden
La Escuela para Padres es un programa que empezará a funcionar a partir de esta noche en el salón de Bomberos Voluntarios, y que fue propuesto por la Secretaría del Ministerio de Seguridad a cargo de la Lic. Arriola, que trabaja con el Foro por la Seguridad de San Pedro, y que organizó los talleres que funcionaron hasta la semana pasada en la Escuela Nº 1. Son un total de tres encuentros, porque se repetirán el 14 y 21 de junio.
La modalidad no será demasiado diferente a lo conocido: hablar sobre temas propuestos –el primero es la adolescencia- y contar con el asesoramiento de un profesional que tratará de orientarlos para crear proyectos concretos.
“El recorrido del debate fue hablar de los jóvenes, los menores, la necesidad de bajar la edad de imputabilidad, pero cuando terminamos los talleres cambiamos la mirada y nos dimos cuenta que la responsabilidad es de los padres”, explicó una de las asistentes a los talleres.
Por eso se intentará captar la atención de ellos, pero con la convicción de que tampoco la repercusión será masiva. Y que en general, las familias que tienen mayores conflictos con sus hijos, son las que jamás participan de estas actividades. “Si logramos ayudar a dos familias, es algo”, se defienden los mismos participantes.
Otra idea es solicitar al ministerio que envíe gente para capacitar a sampedrinos que luego pueda repetir la experiencia en los barrios. Y en este punto muchos son críticos. Porque están de acuerdo en que la propia discusión sobre los jóvenes, la nocturnidad y la delincuencia deja entrever una profunda discriminación hacia sectores de la sociedad más carenciados.
“La gente marca que de la 11 de Septiembre para allá, empiezan los problemas, como si fuera otra ciudad y otra realidad. Hay mucha discriminación que no ayuda porque los chicos de todos los barrios y todas las clases sociales tienen problemas y por eso es necesario que los padres revean también sus posturas”, dicen.