Se probó ropa y después robó la caja
Un joven asaltó a una empleada de la tienda ubicada en Pellegrini al 900 en plena mañana. Primero se probó varias prendas simulando ser un cliente pero después sacó un cuchillo y la obligó a entregar la recaudación. Un cómplice lo esperaba afuera y se marcharon caminando.
Entre los constantes robos que sufren los comercios por el accionar de las famosas “mecheras” y los asaltantes que a cualquier hora del día esgrimen armas y sustraen el poco dinero que logran recaudar con sus ventas empleados y propietarios, se cuenta ahora el sufrido el viernes por la tienda “Azul Marino” ubicada en Pellegrini 961.
En este caso, resulta aún más preocupante porque el delincuente actuó a cara descubierta a las 10 menos cuarto de la mañana. Aunque este detalle no llama la atención porque en forma constante están ocurriendo asaltos en los horarios en que el centro de la ciudad es más transitado. El joven que aparentemente sería menor de edad, simuló ser cliente y hasta se metió en el probador interesado en varias prendas que le mostraba la empleada.
En esta tarea permaneció dentro del local durante aproximadamente media hora, y seguramente con la intención de esperar el momento oportuno. Cuando supuestamente había decidido la compra, se acercó a la vendedora lo suficiente para poder extraer de entre sus propias ropas un cuchillo y con esta arma la intimidó para pedirle el dinero de la caja. “Me pidió que me quede tranquila y que me apure”, relató la víctima que después de entregar el dinero, y apenas el ladrón se marchó, salió a la vereda alarmada para pedir ayuda al propietario de otro comercio cercano. Así fue como vio como su agresor se marchaba caminando tranquilamente y con total impunidad, al igual que otro joven que lo acompañaba y seguramente ofició de “campana” mientras el primero la asaltaba.
Una preocupación más para el comercio que ya debe enfrentar otras situaciones complicadas para sostenerse.