Señores Oficiales…
Señores ladrones Nos dirigimos a usted no solo por recomendaciones de que es una gran periodista, también porque nos han dicho lo tenaz, incansable y buscadora de la verdad que es usted. Somos personas que convivimos con gente que han robado, han matado, han violado y que están dentro de una unidad carcelaria cumpliendo una pena y tratando de reinsertarse en la sociedad. Pero no es nada fácil convivir con esta clase de gente cuando no sabés si al abrir una celda te pueden pegar un arrebato, una puñalada o tomarte de rehén con una faca (cuchillo casero) en el cuello. La mayoría, cuando entramos al Servicio Penitenciario Bonaerense creíamos saber más o menos con qué nos íbamos a encontrar pero nos equivocamos, el mundo dentro del “Tumba” (cárcel) es totalmente diferente. Tenés que tener mucho coraje por no decir muchos huevos. Muchas personas nos ayudaron a sobrellevar y aprender a trabajar. “Señores oficiales” que nos enseñaron a ver un mundo totalmente diferente en el cual por una zapatilla o una remera uno u otro puede perder la vida, esto es moneda corriente. La marihuana, las pastillas de Rivotril o Clonazepam, el “pajarito” (bebida fermentada que hace cuatro o cinco veces más efecto que el vino común). Personas que con una simple bombilla de mate han matado a otra dentro de la celda, personas que nos ven como verdugos porque los aislamos de su familias y no entienden que nosotros somos ejes de una familia también o simplemente corajudos que por $ 1.100 arriesgamos la vida pasando frío o calor, hambre, angustia al estar lejos de nuestros hogares y perder momentos importantes de nuestros hijos, no entienden que nosotros estamos también presos, laburando como perros, haciendo horas y horas extras para poder llegar a los $ 1.500 y teniendo que luchar con las inclemencias del tiempo, que si llueve, que si hace frío, si tenemos o no vehículos para llegar a horario, que pasamos las 24 horas de nuestro servicio, para que luego nos suban a un camión de traslado con destino lejano y horarios inciertos de vuelta y encima cuando llega fin de mes nos damos cuenta que personas de “alta chapa” (oficiales) nos roban muchísimas horas trabajadas a pulmón. “Altas chapas” a las que estando de licencia por vacaciones les pasan 90 horas extras y a nosotros nos roban nuestras miserables 50 o 60 que hemos hecho rompiéndonos el alma. Te indigna que gente así con estudios, con más de cuatro años en una escuela de suboficiales te den comida con excremento de lauchas, te den colchones para dormir en los que ni los perros dormirían. Nosotros estamos orgullosos de nuestro trabajo pero no de que nuestros gobernantes den lugar a que personas de alto rango nos saquen hasta la última gota de sudor por miserables, y encima nos meten las manos en el bolsillo. A todo esto, le pedimos al alto funcionario que reside en nuestra ciudad y que es responsable del Servicio Penitenciario que así como pesa su apellido para muchos de nosotros que también haga pesar su apellido por sobre los “señores oficiales” que indiscriminadamente, mes a mes nos “roban” nuestra ilusión de mejorar nuestras vidas. Desde ya, muchas gracias. Guardias, Cabos y Cabos 1º del Servicio Penitenciario Bonaerense.