Los operativos de alcoholemia continúan y las estrategias para evadirlos pueden ser peligrosas cuando conductores ebrios o semi ebrios observan los lugares donde están apostados los inspectores. Así sucedió durante la madrugada del domingo en calle Mitre al 800, frente a un local de ropa deportiva donde había que soplar la pipeta para medir la cantidad de alcohol en sangre. Varios retrocedieron desde el semáforo de la peatonal pero hubo en particular una camioneta blanca que decidió una maniobra riesgosa para peligro de quienes estaban circulando como peatones. En el caso de las motos, directamente circulan por cualquier lugar cuando advierten la presencia de los controles.
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