Se busca familia para una menor
Se trata de una adolescente con retraso madurativo. Si en los próximos tiempos no se entrega en guarda o adopción, será derivada a un establecimiento de internación, pese a sus enormes capacidades para desempeñarse.
La vida no es pareja para todos y a veces, en la fría decisión judicial, se parece demasiado a una mercancía.
El caso que nos ocupa, es el de una niña que desde los tres años permanece en una institución donde ha recibido cariño y educación permanente. Sus padres, discapacitados, dejaron de visitarla hace muchos años y su tutela quedó en manos de la Justicia.
Las personas que la asisten actualmente se resisten al cruel destino de llegar a su cumpleaños número 18 sin un hogar, para esta hija que pese a su retraso madurativo ha logrado incesantes avances para llevar una vida normal y desarrollarse en sociedad.
De acuerdo a lo establecido por la Curaduría del Poder Judicial en un comunicado a los medios, la situación es la siguiente: “que existe la posibilidad de dar en guarda con fines de adopción a una adolescente de 14 años de edad que presenta discapacidad y no tiene familia que se ocupe de ella por lo que permanece internada en un Hogar de Menores y su único proyecto de vida posible es que luego, al ser Mayor, se la derive a un hogar para personas con discapacidad, lo cual iría en perjuicio de los logros obtenidos por la misma gracias al esfuerzo del Hogar que la alberga y a su propia capacidad y voluntad…”
Así se lee, pero no suena del mismo modo en el corazón de quienes pueden considerar que la menor, necesita una nueva oportunidad para esquivar el futuro que a personas de sus características les tiene reservado el destino.
Del mismo modo en que se buscan desesperadamente bebés, en medio de trámites dolorosos e interminables, se evita el contacto con chicos de edades superiores a la hora de incorporar un miembro más a la familia. En este caso en particular, la situación se agrava por su problema madurativo que pese a todos los pronósticos le ha deparado un futuro mejor, gracias a su propio esfuerzo y el de las personas y profesionales que acompañaron estos años de su vida.
Pues bien, el tiempo se agota a medida que pasan los días. Si la niña no es requerida, su suerte está decidida por la legislación argentina, internándola en un lugar donde nadie de su entorno actual podrá hacerse cargo, sometiéndola nuevamente a despojarse de sus afectos.
Tal vez, en algún rincón de la tierra donde se esté leyendo esta nota, exista la persona o la familia adecuada para devolverle a esta criatura la posibilidad de un sitio que la resguarde y le proporcione el amor que necesita tras tantos años de abandono por parte de sus progenitores.
Desde la Curaduría Oficial, se pide a quienes deseen tomar contacto, presentarse en las oficinas de la calle Aguiar N° 18 de la ciudad de San Nicolás o comunicarse de Lunes a Viernes de 7.30 a 13.30 hs, al teléfono 03461-451748.
Este medio ha consultado sobre los contratiempos en los trámites y se ha asegurado que la familia o persona interesada en tenerla en guarda no chocará con obstáculo alguno.
Ella, ahora espera que todo lo estudiado con esfuerzo en una escuela especial, lo rehabilitado para caminar con normalidad y la manera que ha encontrado para desenvolverse, al menos le permitan acercarse a personas que quieran conocerla personalmente y luego dirigirse al Tribunal.