San Pedro despidió con dolor a Gustavo Segalat
Falleció el sábado a los 51 años tras luchar contra una dura enfermedad. El expresidente de Paraná dejó una huella imborrable en el deporte local con el básquet como insignia y fue un reconocido comerciante y activo militante peronista. Cientos de sampedrinos lo recordaron en las redes sociales y agradecieron el legado que dejó.
Hay personas que en su tránsito por la vida marcan imborrables huellas y por ello trascienden en el recuerdo colectivo. Son personas reconocidas por la sociedad porque sentaron precedentes y escribieron parte de la historia de una institución o actividad. A Gustavo Segalat le bastaron 51 años para dejar su marca en el básquet, Paraná, el deporte y San Pedro. Su fallecimiento el sábado tras luchar contra un cáncer fue sentido por una ciudad que notó el golpe y lo reflejó en las redes sociales con un sinfín de mensajes en los que abundaron despedidas y agradecimientos.
Decir su nombre lleva inmediatamente a Paraná, el club de sus amores en el que desembarcó a los cinco años. Fue jugador, entrenador, socio vitalicio y presidente. Durante su mandato tomó, en 2000, la decisión de construir en el gimnasio Eduardo Romairone una cancha de fútbol 5 con el objetivo de afrontar la crisis que atravesaba Argentina y la mala situación económica del club. Sin embargo, no lo hizo sin antes dejar asentado en acta que cuando la economía se acomode, el básquet debería volver a su lugar de origen, al recinto cubierto que se construyó en 1974 para el Provincial.
La institución resistió, se levantó y creció pero el básquet se mantuvo 19 años en el salón social. Entre medio, fue Gustavo el que alzó la voz innumerables veces para recuperar el gimnasio, con mucha oposición al principio y cada vez menos a través del tiempo hasta que a mediados de 2018, con Jorge Schallibaum en la presidencia, se tomó la difícil decisión.
Gustavo luchó incansablemente para que el básquet recupere su lugar de origen y el 31 de marzo, en el marco de la reinauguración, la Comisión Directiva de Gustavo Fortunato le puso su nombre a la cancha de básquet, un homenaje en el que no estuvo presente y lo ubicó en el pedestal con Romairone y Jorge Delfor Suárez, nombre del complejo albirrojo.
Su vida no sólo transcurrió entre los colores de su club porque de alguna u otra manera, con el básquet entremedio, jugó, colaboró y trabajó para las demás instituciones, sobre todo Independencia, Pescadores y en su última etapa Náutico, club donde se desempeñan sus hijos Fausto como jugador y Samuel de entrenador.
También fue impulsor de la agrupación Básquet San Pedro, árbitro y hasta se animó a comentar en transmisiones deportivas. Dentro de la cancha, integró la selección de San Pedro de premini que fue campeón del Provincial que se disputó en San Nicolás donde venció al local, Junín, Mar del Plata y La Plata. Ese plantel fue dirigido por José Luis Franzoia, lo compartió con Sandro Acevedo y Franco Vitale, entre otros, y tuvo de monitor a Juan Ángel Almada, uno de sus amigos y ex periodista que acompañó campañas y giras completas para reflejar las crónicas de una época de oro en ese deporte.
Gustavo fue un reconocido comerciante de la ciudad titular de una casa de afilados y pulidos que lleva como marca el apellido de su padre. También ha sido activo militante peronista y en los útimos años referente kirchnerista en redes sociales por lo que Unidad Ciudadana San Pedro le dio el último adiós con un mensaje en el que destacó que fue “un compañero que trabajó siempre buscando el bienestar del prójimo”. También, un hombre con principios y convicciones y acérrimo defensor de ellas en cada ámbito en el que se manejó.
Claro que Gustavo fue por sobre todas las cosas “Hincha de sus hijos” y de los que los rodean con su afecto. Un referente con códigos que en sólo 51 años dejó un legado que aporta otro capítulo a la historia del deporte de la ciudad.