#SampedrinosPorElMundo Nicolás Gorobsov, de cuarentena en Rumania: “Estamos bien, pero encerrados”
El mediocampista que milita en el FC Voluntari de la Liga I de ese país vive en Bucarest junto a su esposa y en contacto con La Opinión admitió que tratan de "matar el tiempo con lo que sea". "Se suspendieron los partidos y los entrenamientos, no se sabe hasta cuándo no hay fechas oficiales y se habla de jugar en junio pero nada oficial", explicó. Además, contó que sale "a correr por un parque que está vacío" y no hay "riesgo" de contagio de coronavirus.
Nicolás Gorobsov hizo gran parte de su carrera como futbolista profesional en Rumanía y la cuarentena obligatoria para evitar la propagación del coronavirus lo encontró en Bucarest donde se desempeña en el FC Voluntari de la Liga I que es la más importante de esa nación que tiene casi 7 mil casos positivos y poco más de 300 muertos.
El sampedrino, que regresó hace alrededor de dos años a esa nación en el sureste de Europa, dialogó con La Opinión y destacó que, junto a su esposa, Daniela González, están "bien" y cumpliendo con el aislamiento obligatorio "como en casi todo el mundo". Y agregó: "Sólo salimos en caso imprescindible como para ir al supermercado o farmacia. Por suerte no hay tantos casos comparándolo con España o Italia, estamos bien pero encerrados".
Por el contexto, la liga profesional rumana se canceló por tiempo indeterminado, tal explicó quien en San Pedro vistió las camisetas de Independencia y Paraná: "Se suspendieron los partidos y los entrenamientos, no se sabe hasta cuándo no hay fechas oficiales y se habla de jugar en junio, pero nada oficial. Estoy solo saliendo a correr un poco por un parque que esta vació y no hay riesgo".
Además, contó que en Rumanía tiene "muchos amigos" como los del "grupo de fútbol" y que al "ir cambiando de clubes" cada un cierto tiempo se van "renovando las amistades", situación que sabe que en el fútbol que "es así.
Sobre cómo pasa los días junto a su pareja en del departamento en el que conviven, Nicolás admitió que "se hace complicado": "Ella a la mañana hace un máster online de medicina estética y después a la tarde hacemos ejercicios, miramos películas, tomamos mates y tratamos de matar el tiempo con lo que sea. Tenemos los dos nuestras familias allá, eso es lo que más extrañamos, la familia y los amigos, las juntadas con nuestros grupos de amigos. La comida se extraña también, sobretodo el asado, la carne que no es lo mismo. Por suerte acá nos adaptamos muy bien".
Por último, relató los "malabares" que deben hacer para conseguir yerba y poder tomar mates teniendo en cuenta en que ese país no se consigue: "Tenemos que conseguirla desde Alemania, ahí un conocido uruguayo nos envía yerba y zafamos".