Salvaron sus vidas de milagro pero perdieron todo
Una familia quedó en la calle al sufrir el incendio de su vivienda en la mañana del sábado. Los cuatro habitantes más la abuela que habita en una casa lindera debieron ser hospitalizados. Una de las niñas sufrió quemaduras y aun permanece internada. Desarrollo Humano evalúa y una entidad intermedia aportó donaciones.
Una familia que se hallaba durmiendo en su casa alcanzó a advertir lo que estaba sucediendo y logró escapar de las llamas antes de que estas consumieran por completo la propiedad.
El siniestro se desató en horas de la mañana del sábado, sobre una casa de material ubicada en Segundo Sombra al 1220. La estructura está situada sobre el fondo de la casa principal que es la que da al frente.
Según explicaron familiares de los habitantes del lugar, una de las hijas del matrimonio habría estado manipulando algún elemento combustible y eso fue lo que originó el incendio.
Las llamas, con rapidez, se expandieron sobre las habitaciones, baño y cocina consumiendo techos, tirantes, ropero, placar, cocina, heladera, televisor, camas, y toda la ropa de la familia, entre otras cosas, dejando además un serio deterioro en el edificio. La desesperación del momento dejó a cinco personas en la guardia del Hospital.
Jorge Juárez de 34 años, su pareja Roxana Figueredo de 30, sus hijas Agustina Figueredo de 11, Sofía Juárez de 6 y la abuela, Hilda Olmos de 76 años, fueron asistidas debido a las lesiones sufridas y la inhalación de humo.
Los casos más traumáticos afectaron al papá Jorge y a la hija mayor, Agustina. Ambos sufrieron quemaduras, pero el cuadro más preocupante fue el de la niña que quedó internada con lesiones en su brazo derecho.
La asistencia
Ahora, la familia busca de qué manera pasar los días hasta bien reparen los daños. Recibieron donaciones de una iglesia pero aún no es suficiente.
Algunos de los miembros de la familia reclamaron por el endeble apoyo que recibieron de Desarrollo Humano.
“Tendremos que pensar en alguna reestructuración, pero por quince o veinte días no van a poder regresar a su casa; calculamos que ese podría ser el tiempo que demandaría reconstruir”, dijo Verónica Mosteiro, Secretaria de Desarrollo Humano.
Una familia perseguida por la tragedia
Raúl Juárez, padre del dueño de casa y abuelos de las pequeñas heridas, no sale del estupor por lo acontecido en la casa de su hijo. El hombre se encontraba durmiendo en la casa que se encuentra sobre el frente de la afectada y se despertó por los gritos desgarradores de uno de los miembros de la familia.
“No lo puedo creer. Gracias a Dios están todos bien y pudieron salir a tiempo”, dijo el hombre. “Ya tenemos muy malas experiencias en la familia con los incendios, hace unos años se nos murió una familia completa, eran mis sobrinos, y fue como hoy. Nada más que ellos no pudieron salir porque estaba todo cerrado”, explicó.
Juárez se refería a la tragedia que envolvió a la familia Gamarra, quienes perdieron la vida un 30 de mayo de 2006 cuando por cuestiones que nunca quedaron del todo claras tomó fuego el interior de la casa ubicada en Colón al 2000. El lugar comenzó a arder y terminó siendo una trampa mortal para los tres habitantes, una joven pareja y su pequeño bebé que murieron carbonizados.