Sacaron un préstamo, compraron el marcapasos y no logran trasladar al paciente
Pagaron 440 mil pesos para afrontar de manera particular el aparato. El feriado demoró las gestiones y ahora la familia de Javier Antola pregunta quién se hará responsable si sigue en una cama de la terapia intensiva del Hospital.
Javier Ántola tiene 62 años y sufrió una descompensación por la que fue atendido en la Guardia de emergencias del Hospital local, donde los médicos indicaron que el corazón había dejado de funcionar. Necesitaba un marcapasos, que su familia adquirió, y ahora aguarda por una derivación a un centro de mayor complejidad, que no llega.
“Hola, me comunico por Javier Antola. Él no puede, está siendo victima del sistema de salud. Es increíble tanta falta de humanidad”. Con esos tres datos comienza la historia de esta familia que pese a haber reunido casi medio millón de pesos para comprar un marcapasos, soporta los vaivenes de la burocracia de Incluir Salud (antes conocido como Profe), la cobertura médica de titulares de pensiones no contributivas que siempre acarrea más problemas que soluciones.
“Pedimos por favor alguien que nos pueda ayudar a solucionar un simple traslado”, dijeron este jueves cuando fueron consultados por La Opinión e indicaron que la detección de esta falla cardíaca es un nuevo episodio para su delicada salud, ya que hace poco más de un año sufrió un ACV que restringió su calidad de vida.
“El 29 de noviembre (hace 17 días) entró a terapia intensiva, su corazón no funciona más por su cuenta. Para que su corazón pueda funcionar necesitaba un marcapasos (vale $ 440.000), esto lo pedía el Hospital pero no se sabía cuándo iba a llegar o si lo iban a autorizar desde el Ministerio”, relató la familia.
“Terminamos por sacar un préstamo personal y comprarlo nosotros”, relataron en el mensaje desde la familia de Javier. Además de solicitar ese préstamo, organizaron rifas y recaudaron lo suficiente como para hacer frente al aparato requerido.
“Una vez que conseguimos el marcapasos, el jueves pasado, se habló por el traslado y tuvimos que esperar a que pasara el feriado para ver qué nos decían este lunes (12 de diciembre). El traslado ya fue pedido pero siguen jugando con la vida de Javier”, reclamaron.
“Nos vienen ‘pateando'”‘ el traslado hace casi ya una semana. Le facilitamos todo al sistema con la compra del marcapasos, solo necesitamos que nos den una ambulancia y lo lleven a dónde puedan hacerle la cirugía”, dijeron angustiados por una situación que no logran resolver en los tiempos que habían imaginado.
Al consultar sobre las gestiones, indicaron: “Hemos hablado con todos: políticos, trabajadores públicos y no hay manera de que se resuelva esto. ¿Quién se hace cargo si él muere en esa cama en terapia intensiva porque nadie hizo su trabajo?”, se preguntaron.
“Va a quedar en que es otra falla más del Estado, no puede ser así. Esto tiene solución, solo que nadie está haciendo su trabajo. Puede morir en cualquier momento. ¿A nadie le importa?”, se quejaron familiares de Javier Ántola.
“Desde los políticos que prometen muchas cosas hasta las personas que trabajan para el pueblo y que son del pueblo, no les importa la vida de otros, solo la de ellos. ¿Realmente no se puede o no se quiere?”, concluyeron.
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