Ruidos molestos y volumen en los boliches: qué dice la ordenanza vigente y por qué no siempre se cumple
El ataque sufrido por un joven el sábado por la madrugada en las puertas de un pub donde resultó apuñalado reabrió la polémica. Existe una ordenanza que los regula, fue impulsada por Sergio Rosa y sancionada en 2011. Además, otra norma de 2019 impulsó la existencia de un número para denunciar ruidos molestos. Las dificultades para el control y cumplimiento.
Las denuncias y quejas por los ruidos molestos son permanentes. Durante la pandemia se incrementaron porque dejaron de ser los vecinos del centro de la ciudad los que no podían dormir por el volumen que los boliches ponen la música y pasaron a ser los residentes de quintas y barrios alejados los que padecieron las fiestas clandestinas.
El fin de semana pasado, producto del ataque que recibió un joven en las puertas de un pub sobre calle 25 de Mayo, reabrió la polémica. Vecinos de la zona se quejaron ante los micrófonos de Sin Galera que el local de esparcimiento nocturno abre de “lunes a lunes” y que les es “imposible dormir”.
Lo cierto es que desde octubre de 2011 se encuentra vigente en San Pedro una ordenanza impulsada por el exconcejal Sergio Rosa y sancionada por el Concejo Deliberante, que el Gobierno debe hacer cumplir.
La norma establece que “los establecimientos de diversiones en los que se ejecute música y/o canto y/o se ofrezcan bailes públicos” deberán contar con un “dispositivo electrónico de control de sonido”.
Deberá ser “autorizado” por el Municipio y permitirá que de “superar el nivel de ruidos máximos exigidos por Ordenanza” durante “tres veces en el mismo día o cinco en días consecutivos” se cortará “automáticamente el sistema del amplificador”.
El dispositivo, que tomará el ruido ambiente de por lo menos cinco puntos del local, deberá ser colocado en “un gabinete cerrado y precintado” para así evitar su manipulación. En caso de que el sonido se corte por incumplir con los decibeles establecidos, será potestad del municipio liberar el sistema y labrar el acta correspondiente.
Una vez sancionada esta ordenanza, los locales de esparcimiento tenían un plazo de 60 días para la puesta en marcha del sistema de control de sonido y de no cumplir serían sancionados. Pasados diez años de aprobada la normativa, se desconoce cuántos boliches cuentan con el sistema y si funcionan.
Las quejas por el volumen de los bares y boliches no cesó. A ello se sumaron los reclamos por las fiestas en quintas no habilitadas para tal fin. La protesta de vecinos impulsó en 2019 que el Concejo sancione otra ordenanza “para controlar y sancionar las perturbaciones sonoras en el partido de San Pedro”.
Durante la gestión Salazar, el Municipio dispuso un número telefónico al que se pueden denunciar los ruidos molestos. Es el 437607 y funciona las 24 horas. La norma permite a los vecinos llamar a ese número para quejarse y obliga a la Dirección de Tránsito y Nocturnidad a concurrir para medir con un decibelímetro el volumen de los ruidos molestos denunciados.
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