Ruda
- Por Nora Francescangeli -
Según un refrán guaraní, Agosto es el mes que se lleva a las vacas flacas y a los ancianos, “vaka piru ha tuja rerahaha”.
La mala fama de este mes proviene del norte argentino, pues en esta época se concentran los fríos más intensos, las tormentas más fuertes y otros castigos de la naturaleza que provocan mucho sufrimiento en personas y animales.
Para “matar el agosto”, los guaraníes impusieron la tradición de tomar una bebida preparada con ruda y caña el primer día de ese mes, ya que conocían la efectividad de sus hojas para combatir parásitos, calmar molestias digestivas, regular y provocar la menstruación, combatir la sarna, calmar las hemorragias internas y de las heridas, y también para alejar las tristezas de los inviernos emocionales.
En Argentina, Paraguay y Uruguay están difundidas 2 especies distintas, que muchos confunden con sexos separados de la misma planta: la ruda macho, o Ruta chalepensis, que puede alcanzar 1 metro de altura y presenta hojas grandes; y la ruda hembra, o Ruta graveolens, que raramente llega a 50 centímetros y tiene hojas más pequeñas y menos aromáticas.
Es originaria de las costas del mar Mediterráneo y muchos pueblos, desde los más antiguos hasta los más modernos han valorado sus cualidades medicinales y energéticas.
Hasta es flor nacional de un país: Lituania.
Eso sí, si compraste la planta o te la regalaron no esperes mucho de ella, a la ruda hay que robarla para que tenga más poder.